La entrada en funcionamiento de las depuradoras de Couso y Corrubedo obliga a contar con un reglamento de vertidos actualizado y, precisamente, eso fue lo que aprobaron inicialmente los ediles. Se establecen los parámetros de las emisiones industriales, así como la obligatoriedad de conectarse a la red general por parte de los ciudadanos cuyas viviendas se encuentren situadas a menos de cincuenta metros de la conducción.
Al hablar sobre esta cuestión, el mandatario se refirió al primer año de funcionamiento de la EDAR de Corrubedo. Indicó que por ahora los resultados son muy satisfactorios.
El reglamento, que todavía deberá someterse a exposición pública, incorpora un procedimiento por el cual, en circunstancias excepcionales, puede disponerse de un permiso para vertidos. Está compuesto por 35 artículos y el objetivo es evitar que se produzcan emisiones contaminantes incontroladas.