Un día como hoy, se ampliaba la carretera y la estructura
29 may 2016 . Actualizado a las 05:05 h.Durante años, el viaducto de Beluso (Boiro) fue popularmente conocido como el «ponte da morte». Los accidentes eran continuos en este punto negro e incluso se contabilizaron víctimas mortales. Tal era la situación que, tal día como hoy de 1987, la Dirección General de Tráfico condecoraba, con medallas, insignias y diplomas, a tres vecinos -Manuel Piñeiro, Francisco Tarrío y Silverio Resúa- por haberse dedicado durante años a rescatar a personas accidentadas. «Ultimamente, cada vez que chovía, os coches xa caían uns enriba de outros», explicaba uno de ellos durante el homenaje.
Tras un intenso movimiento reivindicativo, siendo alcalde Manuel Velo, la ampliación de la carretera y del puente limitaron de forma considerable el peligro en Ponte Beluso. Para efectuar estas obras se llegó a derribar una capilla existente en el lugar.
Posteriormente, con la entrada en funcionamiento de la autovía de Barbanza, esta carretera vio notablemente reducido su volumen de tráfico. A día de hoy, los accidentes en este punto ocurren de forma puntual.