En las entrañas del centro de referencia de la formación profesional

BARBANZA

Más de doscientos estudiantes vivieron una primera toma de contacto con la que podría ser su salida laboral en el futuro

25 may 2016 . Actualizado a las 12:52 h.

Cuando finaliza una etapa educativa en la que toca tomar decisiones sobre su futuro, es probable y perfectamente lógico que a cualquiera le entre cierta zozobra. Y precisamente para ayudar a orientar su vida formativa a los estudiantes que en cuestión de semanas podrán fin a sus estudios de ESO o bachiller, el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Coroso llevó a cabo durante los dos últimos días unas jornadas de puertas abiertas en las que mostró sin tapujos sus entrañas a posibles futuros alumnos.

Desde el centro, la orientadora, Cecilia Lois, explicaba que el objetivo fundamental de estas jornadas, que se desarrollan desde hace cinco años con notable éxito, es dar a conocer las instalaciones y la oferta de estudios que se imparten en el centro de referencia de la formación profesional en la comarca. Fue una primera toma de contacto con la que podría convertirse en la salida laboral de algunos de los más de doscientos estudiantes que desfilaron por el recinto en los últimos días.

Son cuatro las familias profesionales a las que pueden optar los jóvenes, o no tan jóvenes, interesados en cursar algún ciclo en el Coroso, y de ellas recibieron buena cuenta las personas que participaron en las jornadas de puertas abiertas. A modo de bienvenida al centro, los estudiantes, procedentes de cinco institutos y de la Escuela Náutico-Pesquera, asistieron a una charla en la que, además de hablarles de los ciclos, les dieron cumplida información sobre las salidas profesionales de cada uno de ellos, sobre pruebas de acceso, becas y los proyectos europeos, como el Erasmus. El CIFP ribeirense es el único de la comarca que cuenta con este último, que permite a los alumnos hacer las prácticas en empresas de países europeos.

Parte práctica

Tras la charla teórica, los estudiantes que acudieron a las puertas abiertas iniciaron un recorrido que les llevó por los edificios en los que se imparten los ciclos, prestando especial atención a los talleres en los que se desarrollan las clases prácticas.

Las instalaciones destinadas a los cursos de automoción son los que más llamaron la atención de los visitantes, que pudieron comprobar in situ cómo trabajan los alumnos del centro, coches desmontados o las tripas de los motores. Además de poder ver cómo se imparten las clases prácticas, los profesores de cada especialidad explicaron con detalle los contenidos de los ciclos y respondieron a las preguntas de los recién llegados.

El taller de industrias alimentarias también despertó un gran interés y puso el punto y final a las visitas con una pequeña degustación de productos elaborados allí mismo.