La población barbanzana se dispara en 62.000 habitantes en verano

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

La llegada de turistas y vecinos que residen fuera repercute en las arcas municipales

03 may 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Aunque el tiempo primaveral acaba de instalarse en la comarca, el verano ya está a la vuelta de la esquina y los concellos se preparan para lo que eso conlleva. Los procesos para la incorporación de auxiliares que refuercen la plantillas de las policías locales ya están abiertos, y se han puesto en marcha los trámites para la contratación de socorristas para las playas. Estas medidas, y otras que desarrollarán en las próximas semanas, tienen como objetivo dar respuesta a las demandas de una población que se dispara en los meses estivales. Siempre se habla del aumento de residentes en la comarca durante la época veraniega, pero la Diputación, a través de la Encuesta sobre Infraestructuras y Equipamientos Locales, ha puesto una cifra a ese incremento: más de 62.700 personas aterrizan en los once ayuntamientos de Barbanza en el período vacacional, casi el equivalente a la población de la ciudad de Ferrol.

La cifra que recoge la encuesta provincial la aportan los distintos ayuntamientos, que realizan un cálculo aproximado a partir de parámetros como el de las toneladas de basura generadas, el consumo de agua o el tránsito de vehículos. Teniendo en cuenta los distintos factores resulta un dato que muestra claramente que los visitantes siguen apostando por los municipios costeros para sus vacaciones. Así, mientras en Lousame y Mazaricos el incremento de la población supone entre un 20 y un 30% del total y apenas se nota, en Carnota prácticamente se duplica el número de habitantes.

Proporcionalmente, el siguiente término que recibe mayor número de veraneantes es Porto do Son, donde la población máxima estacional ronda las 17.000 personas. En Boiro, la ocupación estival sitúa al ayuntamiento a la altura de Ribeira en cuanto a cifra de residentes, mientras que Noia logra superar la barrera de los 20.000 vecinos. En cuanto al concello ribeirense, se estima que recibe un máximo de 16.200 habitantes. En una situación intermedia se encuentran Rianxo y A Pobra, que ven crecer su censo en algo más de cuatro mil personas.

Muros es otro de los ayuntamientos en los que se registra un mayor crecimiento, el 58%, y su alcaldesa, María Xosé Alfonso, explicaba que semejante aumento repercute en la prestación de servicios: «Nótase moitísimo en absolutamente todos os servizos básicos, non podería destacar un só».

Sobre todo limpieza

Los concellos consultados no aciertan a dar una cifra concreta sobre la repercusión que tiene en las arcas municipales el incremento de la población, pero, salvo en el caso de Outes, donde el regidor indicaba que el aumento de habitantes no es tan significativo, sí reconocen que el gasto repunta de forma considerable, sobre todo por la ocupación de casas que el resto del año están vacías y porque algunas prestaciones se extienden a zonas donde no se prestan en invierno, como los arenales.

El servicio de limpieza viaria y recogida de basura es donde más se nota ese aumento, que en algunos casos casi llega a duplicarse, dado que la gestión de los residuos se cobra por tonelada. Por ejemplo, en Ribeira, la basura que se recoge en calles y playas aumenta un 37%, pasando de las 800 toneladas de media durante el invierto a más de 1.100 en verano. Y para atender los servicios con garantías es necesario contratar a personal, lo cual también incide en el gasto.