El renovado equipo de rugbi encara una nueva vida con el objetivo de regresar a la liga de la mano de El Francés
01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En el campo rianxeiro de Santa Lucía se palpa una atmósfera diferente, mágica y que atrapa como un imán. En un estadio completamente olvidado de la mano de dios, van llegando personas a cuentagotas. Todos con una sonrisa en la boca y un balón de rugbi bajo el brazo. Este es el tercer entrenamiento del renovado Barbanza Rugby Club, equipo que anhela volver a competir la próxima temporada en la Segunda Autonómica gallega.
Alrededor de 30 personas integran un proyecto que nace de cero y del bolsillo de los propios jugadores. Vienen de Outes, Ribeira, Boiro o Santiago. Cada uno de su madre y su padre, pero todos con el objetivo de convertir en realidad este sueño. Para darle forma está Suso, El Francés, mítico jugador y entrenador gallego que se hizo un nombre propio en este mundo tras competir en Francia, una de las potencias mundiales del rugbi. «Es el más grande, yo ya lo tuve como técnico hace años y consiguió que ascendiésemos en una temporada. Es el mejor», confiesa embelesado uno de sus pupilos antes de ponerse a sus órdenes.
En realidad, El Francés impone mientras dirige al grupo. No es complicado entender la pasión del jugador hacia su técnico. Sobre el descuidado césped se muestra como un auténtica autoridad. En el rugbi, afirman desde la grada, el trabajo del preparador es indiscutible. El Francés sigue lanzando órdenes claras y concisas. Más que un entrenador es un auténtico general que dirige con mano de hierro a un ejército.
Proyecto de futuro
El Barbanza Rugbi Club parte con los pies en la tierra y con una única premisa: lo que se necesita es compromiso. «Veo a los chavales con muchas ganas, empezamos de cero, hay mucha gente que nunca ha jugado y necesitamos que todos sepan lo mismo, que interpreten el juego de la misma forma», asegura el técnico, que en la distancia corta muestra un trato amable y sincero.
Asegura que tiene entre manos un equipo con un gran potencial, que aúna juventud y experiencia. Confiesa que esta primera temporada no hay otra meta que comenzar a conocerse y comprender el juego: «Tenemos que ir poco a poco. El primer año es para que se enganchen y para que todos entiendan el juego. En la segunda temporada tenemos que intentar estar arriba, pero será fundamental el compromiso».
La ilusión se ve en los ojos de los chavales y de los veteranos. Todos se van vistiendo de corto con una sonrisa. El Francés confiesa que este es un deporte diferente, que antepone los valores del respeto y el juego limpio a la sed de victoria: «Es tan importante el tercer tiempo como los dos primeros. Hay momentos en los que puede haber un malentendido, pero todo se soluciona después, es ahí donde conoces a los rivales y te vas haciendo un nombre».
El rugbi vive un momento en auge. El técnico lo confirma, aunque confiesa que no será fácil atraer al público al campo de Santa Lucía: «Las reglas son complicadas, pero este es un deporte que engancha muchísimo. Todos los comienzos son difíciles, pero esperamos que primero las novias, luego los amigos y al final los vecinos vengan a ver nuestros partidos».
El primer choque
Faltan meses para que el Barbanza Rugby Club juegue su primer choque. La liga arrancará el próximo mes de octubre y por el momento todavía queda mucho trabajo por hacer. En la lista de tareas está conseguir la cesión definitiva del campo, arreglarlo, atraer patrocinadores y potenciar las categorías base. Al verlos de cerca, se percibe en las miradas de los jugadores y en la voz segura de Suso El Francés que este sueño se convertirá en realidad.