Una decena de compañías colaboran de forma habitual y altruista para ayudar a las familias con necesidades
30 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las empresas de la comarca no miran hacia otro lado cuando las necesidades apremian. Su respuesta está a la altura y, al peso, supone miles de kilos al año en forma de alimentos que, a través de concellos y organizaciones humanitarias, llegan de forma gratuita a las familias más desfavorecidas de la zona. Una decena de firmas dedicadas a la fabricación y la distribución de productos alimenticios colabora de forma habitual para que nadie se quede sin un bocado que llevarse a la boca, con el mérito añadido de que lo hacen de forma desinteresada, pues en la mayor parte de ocasiones esta labor no llega a salir a la luz pública.
Auténticas delicatesen han llegado este año a los hogares con necesidades desde la fábrica pobrense de Lumar Seafood International. La receta de solomillos de atún rellenos, creada por un chef con Estrella Michelin, forma parte de ese cargamento solidario. Las unidades que se descartaron en las pruebas de porcentajes de atún e ingredientes que no iban a salir al mercado, en vez de tirarse, han ido a parar a la caja de donaciones. En febrero aportaban 300 kilogramos de producto al departamento de Servizos Sociais de Ribeira, otros 450 este mes, y la última entrega comprometida, para A Pobra, es de 360 kilos.
Conserveras comprometidas
Media docena de empresas hacen sus aportaciones a través de la fundación Amigos de Galicia y la mayor parte de ellas se destinan a la zona, tal como explica su director general, Jesús Busto. La conservera de Ramiro Carregal, Frinsa, encabeza esta lista por el volumen y la frecuencia con la que colabora. En el 2015 fueron 41.000 euros en alimentos, cantidad suficiente como para surtir a otros muchos puntos del mapa gallego, señalan desde la entidad de asistencia social. Pero, aparte de la compañía ribeirense, también las de Luis Escurís Batalla y Ramón Franco forman parte de sus donantes más longevos, a los que se han incorporado en los últimos tiempos Ignacio González Montes y Conservera de Rianxo.
Por su parte, el grupo Jealsa efectúa aportaciones de forma continua a Cáritas de A Pobra y Boiro, al tiempo que colabora con otras organizaciones, como Cruz Roja. Asimismo, los productos que salen de sus factorías también llegan a la cocina económica de Santiago.
También contribuye de forma periódica con Amigos de Galicia la empresa creada por la Asociación de Armadores de Arrastre, Pescaldía, que aporta todos los meses el pescado que consumen las familias en riesgo de exclusión de Ribeira, cerca de los 1.000 kilos al cabo del año.
Hace un par de años Congalsa puso en marcha el Proyecto Donar, que en el último año hizo llegar 5.500 kilos de sus precocinados congelados al banco de alimentos, desde el que también dan prioridad en la distribución a las familias barbanzanas. Son artículos en perfecto estado, con algún error en el proceso de envasado o etiquetado que subsana un grupo de empleados de forma voluntaria. Puntualmente Congalsa también coopera con Cáritas y Cruz Roja de Ribeira, cuando así se lo demandan.
Los supermercados
Fundamental, dicen las organizaciones encargadas de atender las demandas asistenciales, es también la colaboración que prestan algunos supermercados con la donación de alimentos básicos (leche, aceite, harina, azúcar...). Y, entre ellos, destaca el nombre de Gadisa. La cadena colabora con Cáritas en Ribeira y Noia, con Eloraj en Boiro, con la plataforma comarcal Stop Desahucios y el banco de alimentos Rías Altas (con cobertura provincial). Son varias las campañas que organiza a lo largo del año para recaudar ayuda. Sin ir más lejos, el lunes empieza su Mayo solidario.