Impulsa la celebración de una quedada de automóviles de alta gama en Barbanza
28 abr 2016 . Actualizado a las 20:37 h.El amor que un vecino siente hacia su tierra puede ser expresado de muchas formas. Lejos de circunscribirse solo al ámbito del asociacionismo y de la política, siempre se puede contribuir desde el puesto de trabajo o a partir de las propias aficiones personales. Lo único que hace falta es que alguien arranque el motor.
En ese contexto, Juan Pardavila Figueirido (A Pobra, 1981) pudo haber intercedido para que el bufete jurídico Oubiña & Pardavila tuviera su sede en la capital de Galicia o en la de alguna de sus provincias, en sintonía con el volumen de empresas de diversas procedencias a las que prestan sus servicios legales.
De forma muy similar, encabeza un proyecto dirigido a dinamizar la economía de la comarca, a través de la organización de una quedada de coches de alta gama. Este tipo de eventos, en auge en lugares de Galicia como Vigo, O Carballiño o Lugo, suponen un atractivo inusual para la localidad que los acoge, ya que atrae la visita de participantes y curiosos que luego repercutirán en sectores comerciales como la hostelería.
Calentando motores
Sobre la mesa del luminoso despacho de Juan Pardavila destacan unas desgastadas llaves de un Seat León del 2009, «mi coche de toda la vida». Hace un tiempo, preocupado por la seguridad en la carretera y el desgaste que conlleva recorrer cerca de 70.000 kilómetros al año, pensó en cambiarlo. Es más, ya había realizado el encargo de un nuevo auto, pero tuvo que deshacerlo. Se acababa de enamorar.
«No fue el cumplimiento de un sueño, más bien una casualidad», así describió el abogado la primera vez que estuvo frente al Ford Mustang Ecoboost Premium, el único capricho de su vida. Al poco de comprarlo ya lo puso en venta por Internet, para hacerse con una versión de mayor motorización. Así fue como entró en el radar de un conjunto de personas que poseen vehículos de estas características.
Hace cerca de un mes visitó el salón del automóvil realizado en Vigo. Allí conoció en persona al grupo, entre hileras conformadas por ejemplares de marcas emblemáticas como: Porsche, Ferrari, Maserati o Lexus. «Se trata de un perfil de personas muy correctas, aunque parezca que poseen una capacidad económica muy holgada son gente normal a la que le gusta la mecánica», remarcó Juan Pardavila.
De esta forma comenzaron a gestar la idea de traer a Ribeira o a A Pobra, según consigan mayores facilidades en un Concello u otro para que les cedan una explanada, una de estas quedadas, sin ningún tipo de ánimo de lucro más que el de contribuir a potenciar el gasto turístico en la zona. Lo cierto es que el plan se está acelerando a fondo, ya que este fin de semana mantendrán su primera reunión.
El objetivo final es que se produzca un acto que quede marcado en rojo en el calendario cada verano: «Queremos que esta cita acabe por convertirse en un referente estival».
Compartir carretera
El despacho asumirá los gastos de la comida en su primera visita a Ribeira, ya que es consciente de lo que cuesta movilizar a propietarios de esta clase de autos, alguno con joyas clásicas de más de 20 años. No obstante, también derriba los habituales estereotipos: «Es un coche que está al alcance de un público bastante objetivo, ¿cuántos BMW serie 4 no se ven por la calle?».
Contra la creencia de que un acto de este cariz estaría alejado de la mayoría de la sociedad, Juan Pardavila afirma que es frecuente que congregue a un buen número de aficionados que no cuentan con uno de estos coches.
¿En qué consiste una de estas citas?:
Se trata de una oportunidad para la sociabilización y para que todos los vecinos que sientan interés por observar de cerca autos -por ejemplo, de la talla de un Lamborghini Gallardo- puedan hacerlo. Después saldrán a dar un paseo entre los paisajes de sitios como: Cabío, A Curota y O Vilar.