El alquiler de pisos para el verano repunta y la ocupación es del 60%

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los precios se sitúan en niveles de años pasados, llegando a 1.300 euros en agosto

25 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Está lejos de ser la tabla de salvación definitiva, pero el alquiler turístico está ayudando a mantenerse a flote a algunos negocios de Barbanza surgidos en pleno bum de la construcción. Ante la caída en picado de la venta de pisos, algunas empresas diversificaron su radio de actuación y todo indica que este año verán recompensado el esfuerzo. El arriendo de viviendas para el disfrute de las vacaciones estivales está experimentado un importante repunte en la comarca y algunos profesionales del sector cifran ya el nivel de ocupación en el 60%.

Se trata de un porcentaje que supera con creces las cifras de años anteriores. De hecho, desde varias inmobiliarias se mostraron sorprendidos con el ritmo de las contrataciones, sobre todo durante las últimas semanas. Un empresario muradano comentaba que en Muros y Carnota la demanda es muy elevada: «Notamos movemento en toda a zona, pero nestes dous puntos, moito máis».

Agosto es el mes estrella del verano. Aún es posible encontrar pisos para disfrutarlo en Barbanza, pero ya empiezan a escasear los mejor situados. Y es que, pese a que desde las inmobiliarias aseguran que los turistas que eligen esta comarca como destino vacacional buscan, sobre todo, tranquilidad, contacto con la naturaleza y buena gastronomía, las primeras viviendas que se agotan son las situadas en las inmediaciones de las playas.

Los pisos grandes y las casas son los que más demanda registran. Profesionales del sector explicaron que, aunque hay un buen número de matrimonios que recurren al alquiler turístico para las vacaciones estivales, este sistema es especialmente empleado por familias grandes, con varios hijos y que se desplazan incluso con abuelos, o por varias parejas con críos.

Las provincias gallegas de Lugo y Ourense, seguidas de Madrid y del País Vasco, son los lugares que nutren de inquilinos a las viviendas turísticas de Barbanza. A mayores, la comarca muradana es punto de atracción de un buen número de alemanes. «Hasta el año pasado solía venir gente que repetía de veranos anteriores, pero en esta ocasión sí que notamos que buscan piso turistas que nunca estuvieron aquí», señalaban desde una inmobiliaria de Ribeira.

Precios a la baja

La elevada demanda ha cogido por sorpresa a las inmobiliarias y a los propietarios de estos pisos, que suelen ser barbanzanos que invirtieron en el ladrillo durante el bum de la construcción. Tanto es así que nadie se había planteado la posibilidad de empezar a subir los precios, que continúan a la baja. Se sitúan, de hecho, en los niveles del 2014 y del 2015, años que según los profesionales del sector fueron nefastos.

En la franja de Muros, Noia y Carnota es posible hacerse con un buen piso para una quincena por 500 euros, mientras que el mes completo sube a 900. En Arousa norte, las cifras se elevan un poco. Una vivienda para un par de semanas ronda los 800 euros, mientras que para cuatro, alcanza ya los 1.300.

De seguir así el ritmo de contrataciones, los profesionales auguran que antes de junio se colgará el cartel de completo en las viviendas turísticas. Creen que se marcará entonces un antes y un después, un punto de inflexión idóneo para empezar a hablar de recuperación y, por lo tanto, para plantearse la posibilidad de subir precios.