Superando obstáculos a brazadas

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La nadadora boirense Iria Gómez, en la piscina de A Cachada, donde entrena cada tarde durante dos horas para mejorar sus tiempos.
La nadadora boirense Iria Gómez, en la piscina de A Cachada, donde entrena cada tarde durante dos horas para mejorar sus tiempos. MARCOS CREO< / span>

La boirense Iria Gómez consiguió una medalla de plata y otra de bronce en el Campeonato de España de natación

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:40 h.

Iria Gómez se ha encontrado con cientos de barreras en su vida. Desde niña, su día a día es una complicada carrera de obstáculos, cuyo recorrido comenzó en el colegio y siguió en el instituto. Ahora, a sus 24 años, continúa peleando para no dejar de mirar hacia adelante. Consiguió salir victoriosa gracias a su vitalidad y a la voluntad de acero de sus padres, quienes creyeron desde el primer día que una chica con síndrome de Down puede derribar todas los muros que se ponen delante de su camino.

Iria demostró este fin de semana, en el Campeonato de España para personas con discapacidad psíquica, que su ilusión y talento no tienen fronteras. Llegó a Sevilla echa un manojo de nervios. Después de entrenar durante meses, tenía que probar en un corto fin de semana que se merecía una medalla. La primera prueba, la de 50 metros espaldas, no salió como esperaba y terminó quinta. Se desilusionó, comenzó a dudar de sí misma.

Intentaron animarla y todos le recordaron que su fuerte no son las pruebas cortas. Al día siguiente consiguió la plata en 200 metros espalda y todas las dudas se despejaron. Contra todo pronóstico, en la última prueba de 100 espalda coronó su participación en el campeonato con un bronce.

«Non contábamos cas dúas», asegura su madre, Teresa Vidal, quien vivió el torneo en directo: «Dende o primeiro día estaba moi nerviosa, tómao moi en serio e as medallas danlle moita enerxía para seguir pelexando».

El comienzo

Teresa es la principal culpable de que Iria comenzase a nadar cuando todavía era una niña. Lo hizo por motivos de salud, para que hiciese ejercicio físico. Después de unos años, la llama de la competición prendió en ella, aunque se encontraron con que ningún equipo de la comarca le daba esa posibilidad:

«Tiven que buscarme a vida para atopar un equipo co que puidese competir, se non o fixese estaría na casa sen adestrar e non podía consentilo»

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Después de mucho trabajo encontró el Racing Club Chapela, con el que acude a los torneos. El siguiente será el gallego, el próximo 6 de abril. La joven boirense ya estuvo mirando las posibilidades para cuadrar horarios, ya que ese mismo día tiene viaje a Barcelona con Ambar. «Quere máis medallas, o torneo é de mañá e na asociación saen á tarde, polo que creemos que non terá problema para participar», aseguró su madre, quien marca otra fecha en el calendario: «En xuño é o Campionato de España por Autonomías. Intentaremos estar, aínda que teremos que ver se o equipo ten o presuposto para afrontar os gastos da viaxe».

Peleando por la integración

Teresa rompe una lanza para pelear por la integración de las personas con discapacidad: «Chega un momento no que te cansas de escoitar que non poden facer certas cousas. Nós somos os que temos que crer que si poden, ao final se o fas terminan sorprendéndoche tódolos días».

Confiesa que parte de la solución para este problema podría partir de los propios clubes: «O deporte é moi importante para eles, porque dálles autonomía. Nos equipos pensan que os van a entorpecer, non saben como tratalos. Son persoas como as demais. Non deben terlles medo, se lles hai que berrar, faise e listo. Entre todos hai que arrimar para que sexa máis visible». Ese es el camino por el que Iria sigue peleando.

Manuel Laranga lleva desde septiembre entrenando a Iria Gómez, cinco días a la semana, dos horas por sesión. Confiesa que es la primera persona con síndrome de Down a la que tiene que dar clase, pero derriba de un plumazo todos los prejuicios. «É ela a que me ten que aguantar a min», confiesa entre risas el técnico: «Ten unha calidade impresionante para este deporte, o meu traballo é alcanzar os obxectivos que ela se marque».

Desde que comenzaron a entrenar, Laranga ha incidido en varios aspectos: «Tiña algúns erros e traballou moito para solucionalos. Non falta nunca a adestrar e iso nótase, leva unha progresión excepcional». Su adaptación a la piscina es un ejemplo para todos: «É moi sociable, conversa con todos, gústalle moito estar cos nenos, aínda que tamén se pica cos maiores. Bota carreiras con eles, é moi competitiva».

Sobre sus resultados en el Campeonato de España explica que tenía algo de miedo, ya que no pudo viajar con ella a Sevilla: «Non sabía como podía ir, como se adaptaría a unha piscina diferente. Quedei asombrado, fixo dúas probas moi boas, o seu traballo está aí, está moi motivada».

Laranga asegura que está muy orgulloso de haberse encontrado con ella en la piscina de A Cachada: «Era unha situación nova para min e estou moi contento co resultado. Sen o seu gran esforzo sería imposible conseguir tantos éxitos».