El bum de la construcción se llevó por delante dos mil casas antiguas

BARBANZA

En la comarca se mantienen en pie unos 16.000 inmuebles anteriores a 1950

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas, lo del bum de la construcción suena ya lejano. Eran otros tiempos en los que se levantaban edificios por doquier, una época dorada que hace ya ocho años que acabó abruptamente al desinflarse la burbuja inmobiliaria, sin embargo, sus consecuencias siguen muy presentes. De hecho, algunas de ellas se han hecho notar varios años después de que concluyesen los años en los que cualquiera podía ser constructor y promotor inmobiliario y que quedarán grabadas en la configuración de las villas barbanzanas para siempre. Que se levantaran inmuebles a diestro y siniestro transformó de forma considerable el paisaje urbano, entre otras razones porque acarreó la destrucción de más de dos mil construcciones con más de 60 años de antigüedad.

Actualmente, perviven en los once municipios del área barbanzana 16.011 edificaciones anteriores al año 1950, una cifra que se ha reducido de forma importante en los últimos tiempos. No en vano, en el 2008 ?ejercicio hasta el que permite remontarse la base de datos de la Dirección General del Catastro? figuraban en los registros 18.328 inmuebles levantados hasta la primera mitad del siglo pasado, 2.317 más de los que existen en la actualidad. Esta tendencia a la baja se ha mantenido estable en los últimos tiempos y, de hecho, en el último lustro las construcciones anteriores a 1950 se ha reducido en unas 1.200.

Resulta llamativo que este importante descenso en la cifra de viviendas antiguas registradas en el catastro se haya registrado, precisamente, en los años posteriores al bum inmobiliario, pero no es tan extraño.

El último paso

El arquitecto Carlos Coto explica que dar de baja en el catastro un inmueble derribado para levantar un nuevo bloque de viviendas es el último paso que se da dentro del proceso, de manera que pueden pasar tranquilamente varios años desde que se tira una construcción antigua hasta que se actualizan los datos oficiales con la correspondiente baja informada por los promotores de la obra. Según esto, el bum de la construcción de la década pasada explicaría los datos que se extraen de las estadísticas.

La disminución en la cifra de inmuebles anteriores a 1950 es un fenómeno que se da en todos los municipios, con alguna excepción. En términos como Lousame y Mazaricos, que no se vieron envueltos en la vorágine constructiva, apenas se han producido variaciones, mientras que en Boiro se da la paradoja de que ahora hay más edificios antiguos que hace ocho años, 17 en concreto. Esto se explica porque es muy probable que esas viviendas no estuviesen dadas de alta en el catastro.

Carlos Coto, Arquitecto

«A burbulla inmobiliaria deu pé á transformación do tecido urbano»

O arquitecto Carlos Coto é un gran coñecedor da situación urbanística da comarca e explica que o bum da construción que desencadeou a burbulla inmobiliaria tivo notables consecuencias nas vilas da zona, ao igual que noutros puntos de Galicia e de España. Unha delas foi «a transformación do tecido urbano, pasando dunha distribución unifamiliar e da configuración dos barrios a outro tipo de urbanizacións».

A desaparición de vivendas antigas para dar cabida a novos edificios é unha das razóns desa transformación, que non se dá en todo o mundo: «Noutros países non ocorre isto, se hai necesidade de construír novos edificios levántanse en zonas da periferia e respéctanse os inmobles que xa existen no centro das cidades».

Coto fala tamén de que todo isto leva aparellado o que se coñece como fenómeno de gentrificación: «Dánselle aos barrios novos usos como zonas de segundas residencias ou turísticas que acaban provocando que se expulse aos habitantes da zona».