La crisis que todo lo lleva

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

06 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la época de auge del vigente modelo de asociacionismo empresarial, en la segunda mitad de los ochenta y en la primera de los noventa, coincidieron tres elementos: la novedad, el apoyo institucional y el papel que jugaron empresarios con capacidad de liderazgo. La falta de ellos también explica hoy la crisis que viven las asociaciones de empresarios en la comarca y fuera de ella.

Hace 30 años todo estaba por hacer. Cuando al fin se pusieron en marcha las entidades había un nutrido grupo de empresarios motivados y con ganas que encontraron apoyo a sus iniciativas en la Xunta y en la Diputación. También es verdad que aquellos tiempos, en todos los ámbitos, fueron más propicios para aunar esfuerzos y apostar por soluciones colectivas a los retos que se planteaban. Después de la primera hornada de líderes vinieron todavía las siguientes que, en su mayoría, mantuvieron o incluso mejoraron la situación. Gracias a aquellas personas las entidades incrementaron su presencia pública, pusieron en marcha iniciativas y se dotaron de medios materiales y humanos. 

Hoy, ante la falta de respuestas de unas entidades que parecen ausentes, surgen otras iniciativas más puntuales y pequeñas. No hay planteamientos nuevos, hay poco apoyo institucional y, como en la política, cada día hay menos personas con capacidad y visión que dejen de lado sus obligaciones particulares para asumir las de todos. La mayoría de las entidades son una campaña navideña y poco más. El Merca no teu concello ha pasado de filosofía a ser un eslogan vacío que ni ellos se creen.