«Sentarse y escuchar no sirve de nada, es necesario enfrentarse al idioma»

Antón parada RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La docente redactará un proyecto sobre las características educativas de Francia y España

20 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una joven profesora conduce todas las mañanas por el mismo camino hacia el instituto de A Pobra. A su izquierda, las luces del amanecer prestan sus colores para que jugueteen con los reflejos del mar. Podría parecer un paisaje demasiado habitual como para maravillarse cada día. A menos que hayas vivido siempre a dos horas de la costa en el norte de Francia. A menos que sepas que esta travesía tiene fecha de caducidad desde su primer recorrido.

Samira Baraddan (Roye, región de Picardía) abandonaba el pasado mes de septiembre la ciudad de Noyon y a sus alumnos de lengua española del Lycée Jean Calvin para intercambiar los papeles con el docente de francés del centro pobrense durante un curso académico. «Para mí es una oportunidad única y enriquecedora tener una experiencia profesional en el extranjero», explicó la licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Amiens, que ya había tenido la oportunidad de recorrer España durante un máster en su área que realizó en Alicante en el 2001. Pero no conocía el norte.

El recibimiento

Sin apenas tiempo para deshacer el equipaje, le comunicaron que tendría que ser tutora. Pero las sorpresas no terminaban ahí, ya que desde la primera conversación entendió que el gallego estaría presente en todo momento, algo que se tomó «simplemente como un reto». Tampoco esperaba llegar en un período tan temido por el estudiantado, los exámenes de recuperación, modelo inexistente en Francia, a excepción de segundo de bachiller.

Una ambiciosa idea fue dibujándose en su mente. «Me pareció interesante oponer los dos sistemas, quiero escribir sobre lo que la educación francesa puede aportar a la española y viceversa», expuso Baraddan sobre las diferencias analizadas desde su llegada, que se materializarán en un proyecto del cual aún desconoce su formato.

A pesar de las disparidades, la lengua de la amistad es universal. Mediante el apoyo de sus compañeros de profesión no tardó en integrarse en el centro, donde se ganó a pulso la confianza de sus chicos de los tres primeros cursos de ESO y de primero de bachiller: «aquí los alumnos son más espontáneos, más impetuosos, en seguida quieren hablar y participar». Y es que su metodología se presta a ello.

«Sentarse y escuchar no sirve de nada, es necesario enfrentarse al idioma», enfatizó la educadora. Por este mismo motivo, sus alumnos acudieron antes de ayer al teatro para disfrutar del clásico de Molière, el Don Juan, en la misma lengua en el que fue escrito. Previamente habían preparado la escena inicial en clase y algunos de ellos representarán un fragmento de esta: «En el marco europeo es importante que los alumnos aprendan siendo actores de su aprendizaje».

No es una despedida

Samira Baraddan llegó hace cuatro meses al instituto como un huracán, si se le adjudica esa magnitud a un soplo de aire fresco, de tal forma que ya se está planteando el intercambio de los propios jóvenes el próximo año. Bajo una comunicación constante con Noyon, enumera los lugares a los que le gustaría llevar a sus anteriores discípulos.

Lo cierto es que barajó quedarse a vivir en A Pobra, puesto que es «el mismo trabajo, pero diferente». Una de esas historias, que de tener canción, sería Edith Piaf la encargada de confesar: «No, no me arrepiento de nada».

Implicar a los estudiantes: Samira apuesta porque sus alumnos participen lo máximo posible, por ello ha creado un blog donde escribir sobre la experiencia: lefracaisafond.blogspot.es Literatura hispana: Desveló su libro favorito en español: Primavera con una esquina rota, de Benedetti.