Francisco Antonio Torres: «Me gusta la presencia en la calle»

Javier Romero Doniz
Javier romero RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Disuadir de la comisión de delitos con agentes en la vía pública es prioritario

29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pausado, correcto en las formas y colaborador. De inicio, esta es la tarjeta de presentación del nuevo comandante del puesto de Boiro, Francisco Antonio Torres (Muros, 1974), que regresa a la compañía de su localidad natal y en la que patrulló sus primeras calles.

-¿Puede decirse que su origen personal y pasado profesional le hacen estar como en casa?

-Cuando salí de la academia, siendo un guardia, los primeros años de prácticas fueron en Boiro. Pero está claro que no es lo mismo venir en esa situación que regresar ahora para ser comandante de puesto. Aquello fue del verano de 1998 al del 2000. Entonces estaba aprendiendo, es una época en la que todo resulta novedoso y vas a remolque de lo que hace el jefe de pareja, que es el que tiene más antigüedad estando de servicio. Tú te limitas un poco a la labor de prevención en la calle y a ejecutar las directrices que te marcan.

-¿Se ha encontrado con muchos cambios?

-Sorprendentemente parece que hay menos actividad delincuencial a pesar de lo mucho que ha cambiado Boiro. Basta decir que hoy están construidos con bloques de viviendas muchas fincas que entonces eran baldíos. Digo sorprendentemente también por lo cambiado que veo el ocio nocturno de los fines de semana, que se ha reducido drásticamente. Ahora casi no tenemos incidencias en ese sentido, pero en 1998 eran frecuentes las peleas y los problemas de consumo. Sin embargo, ahora, parece ser que todo eso está muy erradicado, aunque siempre se generen los problemas típicos de cualquier población del calibre de Boiro.

-¿Y en A Pobra?

-Precisamente hoy [por el jueves] estuve con un componente del puesto, ya que se integra orgánica y funcionalmente dentro de Boiro, como si fuese una ramificación. Estuvimos revisando la situación general y llegamos a la misma conclusión que en Boiro, que se ha reducido drásticamente la problemática que genera la delincuencia. Quizás, lo que más hay es furtivismo y pequeños hurtos o robos que afectan a Boiro y A Pobra por igual. Sobre esto hay que decir que tampoco vemos, a día de hoy, nada que nos haga indicar que los autores son gente experta que sigue un patrón que debiera preocuparnos. Eso no quiere decir que no hagamos todo lo necesario para erradicar estas situaciones.

-También pasó por el puesto de Noia, ¿no?

-Estuve hace unos cinco años de oficial adjunto del capitán de la compañía. En aquel tiempo no necesitaba ir a Boiro ya que aquí había un teniente que trataba con el capitán. Yo recorría otros puestos como el de Muros, Padrón o Santa Comba, esa era la zona de actuación.

-¿Han ido a menos los medios de los que disponen en estos cinco años?

-Todo es mejorable, no estamos mal, pero sí que es cierto que la crisis nos afectó a todos. La Administración necesitó reducir recursos en todos los ámbitos y nosotros no somos menos. Los recursos actuales son suficientes aunque algunos empiezan a estar envejecidos.

-Mencionaba antes el furtivismo, ¿en Cabo de Cruz puede hablarse de problemas de orden público?

-En el tiempo que llevo aquí, que es un mes y 15 días, no he tenido todavía ocasión de ver ningún incidente relacionado con la alteración del orden público, pero me consta que sí los hubo. La actividad del furtivismo acaba generando siempre denuncias entre este tipo de individuos y vigilantes o asociados de la cofradía. Y eso sí que nos atañe a nosotros directamente.

-¿Tiene alguna idea de cómo plantear la situación?

-Creo que con colaboración entre todos los cuerpos que estamos implicados. Gardacostas, vigilantes de las cofradías y nosotros. La Policía Local no debería quedarse al margen del furtivismo en la medida que pueda. Ellos también pueden colaborar para unir más esfuerzos. Ese es el mejor camino para llegar a lo que queremos.

-El miércoles fue el día contra la violencia machista, ¿manejan muchos casos?

-Estamos en unos niveles, en cuanto violencia de genero, similares a los del puesto del que procedo (Baiona), que tiene unas características muy similares en cuanto a población y ambos son de costa. Como digo, estamos ante unos niveles normales y tampoco hay casos especialmente alarmantes que sean peliagudos y con una violencia física extrema, por lo menos que yo sepa. A día de hoy, todos los casos que tenemos están controlados y se hace una revisión periódica del estado de las víctimas y de los autores.

-¿Se acaba haciendo justicia?

-Eso ya es una cuestión judicial, nosotros hacemos todo lo posible: presentamos las denuncias, seguimos al pie de la letra los protocolos que hay hasta acabar el trabajo de la mejor manera posible y buscando la perfección técnica.

-¿Hará cambios en el funcionamiento interno del puesto?

-Cada comandante de puesto deja su huella, aunque hoy los protocolos fijan la forma de actuar en cada situación. Yo tengo una manera de ver la gestión del puesto y me gusta la presencia en la calle de los agentes para ayudar al ciudadano y disuadir a los delincuentes.