Desechos e imaginación para dar color a la Navidad

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. BLANCO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Ondiñas Mainas realiza adornos de lo más variado.
Ondiñas Mainas realiza adornos de lo más variado. Marcos creo< / span>

Vecinos de Rianxo y Boiro convierten botellas, tapones, redes y otros residuos en adornos para calles y espacios públicos

28 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Faltan pocos días para que el derroche de luz y color propio de las fiestas navideñas invada la comarca. Mientras los concellos gestionan a mil por hora la contratación de los vistosos alumbrados, hay un batallón de vecinos que echando mano de materiales de desecho y de una buena dosis de imaginación se plantean aportar su grano de arena a esa decoración que dentro de un par de semanas convertirá Barbanza en un espacio mágico, que logre captar la atención, sobre todo, de los ojos más exigentes, los de los peques de la casa.

En Rianxo no es una novedad. El colectivo Ondiñas Mainas ya el año pasado sorprendió a vecinos y visitantes, pero en esta ocasión se ha propuesto dejarlos maravillados. Una docena de vecinas dirigidas por la artesana Pepa Martínez lleva desde finales de septiembre recogiendo materiales y dándoles originales formas. El elemento decorativo más espectacular, según la propia diseñadora, será el que cubra los sesenta metros de balaustrada que tiene la plaza Castelao: «Está feito a partir de redes, tapóns, botellas de plástico e fíos. Queremos combinar o espírito do Nadal coas raíces mariñeiras de Rianxo».

Un gran lazo rojo realizado a ganchillo colgará del balcón de la casa consistorial, con sus campanas correspondientes; mientras que en el interior del edificio municipal se instalarán dos árboles elaborados con cartones de leche. La biblioteca, el Cuartel Vello, la rotonda situada en la entrada de la localidad y el auditorio, donde las partituras darán forma a estrellas y a un gran árbol, son otros de los espacios que engalanarán las socias de Ondiñas Mainas.

Misma materia prima

La idea es que este mismo fin de semana, los rianxeiros puedan empezar a ver el resultado del esfuerzo y del derroche de imaginación que han puesto estas vecinas. Su trabajo se completará, en la zona de A Martela, con adornos realizados por un grupo de comerciantes que están empeñados en dinamizar la zona. También en este caso, los elementos de desecho son la materia prima.

En Abanqueiro, donde el centro social es desde hace unos días un hervidero, los vecinos tomaron como ejemplo lo que se hizo en Rianxo las pasadas Navidades para ponerse manos a la obra. En este caso, la operación está dirigida por Ángela Agrelo, profesora de manualidades. Siguen sus directrices una veintena de personas, entre las que se encuentran varios niños, que se afanan en convertir botellas de plástico en flores y guirnaldas.

Aunque la idea es darle un toque navideño al mayor número de espacios públicos posible, Ángela Agrelo y sus colaboradoras tienen claro que empezarán por los centros sociales de Abanqueiro y Cabo de Cruz, para continuar por el Centro Cultural de Taragoña.