Los daños de jabalíes en fincas y viales de Muros se disparan sin encontrar respuestas

J.M. SANDE MUROS / CORRESPONSAL

BARBANZA

Los problemas alcanzan a Carnota, Outes y Mazaricos y los cazadores aseguran que tienen trabas para dar con ellos

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La población de manadas de jabalíes se incrementa cada año en toda la comarca muradana. Los destrozos en fincas de cultivo, unidos a los problemas que generan en las carreteras, van en aumento sin que nadie ponga coto a la proliferación de ejemplares de cerdo salvaje en la zona. Además, las batidas que organizan las sociedades cinegéticas no logran mermar el volumen de ejemplares. Hay que tener en cuenta que las camadas de las hembras -de unos seis descendientes por parto- ayudan a aumentar cada año la población de esta especie en las zonas rurales.

En Carnota se ha constituido una agrupación de cazadores, que se autodenominan Sus Scrofa, integrada por unos 25 miembros que realizan batidas periódicas en los montes del municipio. En este año han hecho doce con un resultado escaso, según dicen, pues, pese a la abundancia de jabalíes, solamente han abatido cinco ejemplares adultos. La última cacería fue el pasado domingo, jornada en la que se capturaron dos cerdos que pesaron 139 y 80 kilogramos.

Los integrantes de este colectivo afirman que son muchas las manadas de «porcos bravos» existentes en los montes carnotanos, pero achacan a dos factores las dificultades para acabar con ellos. Por una lado está su asentamiento en zonas forestales protegidas, como son los espacios incluidos en Rede Natura 2000 y en superficies recientemente quemadas, en las cuales no se permite la caza.

Otros problemas

La segunda causa es que los jabalíes bajan a lugares próximos a la costa, y se asientan en ellos, lo que complica las cacerías y, a la vez, se incrementan los daños que causan en las tierras de labor. Situaciones similares se producen en todos los municipios de la comarca muradana. Así, las quejas vecinales por la presencia de estos cerdos salvajes no solo se registran en Carnota, sino que se extienden a Muros, Outes y Mazaricos. En estos ayuntamientos los animales acuden con frecuencia a huertas y labradíos destrozando los cultivos y también dañan los caminos y pistas forestales al horadar con sus hocicos en el firme para buscar raíces.

Los cultivos agrícolas en la comarca, especialmente los destinados al autoconsumo, disminuye cada año. Los vecinos aseguran que «é imprescindible valar as fincas si queremos acadar unha colleita». Especial mención merece también el riesgo al que están expuestos los conductores en toda la zona, pues los jabalíes cruzan con frecuencia la comarcal AC-550 ocasionando numerosos siniestros.

El aumento de lobos en los montes empuja a los cerdos salvajes a zonas pobladas

En los últimos años también aumentó en la comarca de Muros el número de lobos, según afirman los cazadores. Ya sean ejemplares ibéricos, o cánidos asilvestrados, pueden verse no solo en las cumbres de los montes, también en zonas habitadas o lugares donde se asientan cabañas de equinos, cabras e, incluso, ganado vacuno. Esta situación tiene repercusión sobre los jabalíes, pues se ven acorralados y huyen hasta las proximidades de las poblaciones, aumentando los daños en fincas.

En lugares como Cornido y Lira, en Carnota, donde hay ganado, son frecuentes las incursiones de lobos que matan reses. Otro tanto ocurre en los montes muradanos, en los que fueron atacados potros y terneros. Pasa lo mismo en Esteiro (Muros) y O Freixo, Valadares y San Ourente (Outes), así como en la mayoría de las parroquias del municipio de Mazaricos, donde se constató un aumento de estas especies con repercusiones negativas para el hombre y la fauna.