Cerveza, vino y zumo para acabar con avispas asiáticas

Javier Romero Doniz
J. ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los apicultores aseguran que la Xunta se retrasa en la entrega de unas trampas prometidas y ellos aplican métodos caseros

26 sep 2015 . Actualizado a las 09:29 h.

La elevada presencia de avispas asiáticas en la comarca, también conocidas como velutinas, está generando serios contratiempos no solo a los vecinos que se sienten intimidados por sus grandes nidos, también a los apicultores. ¿El motivo? Las velutinas se alimentan de abejas, y, claro, los propietarios de colmenas han decidido emprender una cruzada por su cuenta contra este insecto. Pero lejos de recurrir a cañonazos, sus métodos son mucho más sibilinos o, incluso, dulces.

El arsenal de este batallón de apicultores, que visten monos blancos cuando están en el campo de batalla, son el vino, la cerveza, el zumo de arándanos y trozos de panel de colmena. De recipiente puede usarse una botella grande de agua con la parte superior hundida. El sonense Xohán Santos lo cuenta en primera persona: «Metemos o líquido e un anaco dun panel de colmea, que cheira a mel e iso lles sabe moito. É ese cheiro xunto o do viño, a cervexa ou o zume, o que as leva ata o interior. Logo é difícil que saian, ademais nós estamos pendentes para impedilo».

Con relatos como el de Xohán Santos queda certificado que la necesidad agudiza el ingenio, sobre todo cuando se espera pacientemente a que se cumpla una promesa que no acaba de llegar: «A Xunta prometeu ós integrantes da Asociación Galega de Apicultura (AGA) que nos entregaría trampas para cazar as velutinas, pero seguimos esperando e as trampas non chegan. Incluso temos compañeiros na zona de Ferrol que están contratando a escaladores para que suban ás árbores e retiren os niños, que cada vez os fan máis arriba».

Otro problema al que se enfrentan los apicultores, y que va en aumento, es que sus abejas se lo piensan cada vez más a la hora de abandonar sus colmenas al ser conscientes de que la velutina las acecha. La solución que están aplicando los apicultores es muy sencilla: ponerles el alimento en la puerta para que c,man.