Las «cocas» llegaron a Noia para despedir agosto

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

El puente de A Chaínza quedó completamente cubierto por el agua, que alcanzó varios centímetros.
El puente de A Chaínza quedó completamente cubierto por el agua, que alcanzó varios centímetros. Cedida< / span>

La subida de la marea provocó que se inundara un tramo del paseo marítimo noiés y la zona de A Chaínza

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Sol, la Tierra y la Luna son los responsables de que el agua se convirtiera en protagonista de las últimas horas de agosto en Noia, y no por que la lluvia hiciera acto de presencia, que no fue el caso, sino porque la alineación de los astros provocó un fenómeno conocido en el municipio como «cocas de agosto». Así se denomina a la marea más viva del año, que siempre se registra a estas alturas del verano y que provoca inundaciones en distintos puntos de la localidad.

Las «cocas» coinciden con la última luna llena de agosto. Dos días después de que el astro alcance su plenitud, se registra la marea más alta, que en esta ocasión, aunque tuvo menos intensidad que la del año pasado, también provocó inundaciones, especialmente en dos puntos: una parte del paseo marítimo y la zona de A Chaínza. Explicaba Félix González, presidente del Museo do Mar de Noia y conocedor de este fenómeno, que la presión atmosférica influyó en que el nivel del agua no subiera tanto como en otras ocasiones.

Dar un rodeo

Aunque antaño los efectos de las «cocas de agosto» eran bien visibles también en otras partes del municipio, tanto A Chaínza como Abruñeiras, en el tramo final del sendero que bordea la ría, son ahora lugares especialmente sensibles a esta espectacular subida de la marea. Tanto es así que, debido al crecimiento del nivel del mar, el tránsito quedó interrumpido y más de un viandante tuvo que dar un rodeo para continuar su camino. No en vano, el agua cubrió tanto el paseo marítimo a la altura del antiguo astillero de Hermida como la zona donde se encuentra la sede de la agrupación noiesa de la Cruz Roja, donde alcanzó varios centímetros de altura. La otra alternativa era descalzarse y arremangarse para cruzar la zona inundada.

Con todo, y aunque ayer no faltaba quien se quejara de que la ría se había desbordado y pedía que se tomaran medidas al respecto, este fenómeno suele producirse solo una vez al año.