Un apagón de ocho horas paralizó la actividad en el núcleo de A Picota

X. alvite / A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La atención en el centro de salud, el Concello y entidades bancarias se redujo a mínimos y en las granjas no pudo ordeñarse la leche en toda la mañana

28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Una avería eléctrica, provocada por la rotura de unos aislamientos en la línea tres de Pontella, en Mazaricos, cerca de Vilariño de Beba, fue la causa de que la actividad cotidiana se viera alterada ayer en buena parte del municipio. La capital municipal, A Picota, fue la más afectada, ya que el suministro energético no se restableció hasta las tres de la tarde, lo que significa que, durante toda la mañana, en el centro de salud, la casa consistorial y las entidades bancarias solo pudo proporcionarse una atención de mínimos.

También se vieron considerablemente afectados los ganaderos, que no pudieron ordeñar la leche, las cafeterías y otras empresas radicadas en la localidad.

La incidencia se registró a las siete de la mañana y, según fuentes de la compañía eléctrica, Unión Fenosa, se vieron afectados 1.236 clientes. Sin embargo, algunos vecinos indicaban ayer que la cifra de damnificados era mayor porque, inicialmente, se quedaron sin corriente la totalidad de las parroquias de Corzón, Mazaricos y Colúns.

El servicio eléctrico comenzó a restablecerse de forma paulatina. A las nueve de la mañana ya había luz en Colúns y, al mediodía, en Corzón. No sucedió lo mismo en A Picota, Mazaricos de arriba, Quintáns y Serráns, que tuvieron que aguardar hasta las tres de la tarde. Según los datos facilitados por la empresa, seis horas después de registrarse el apagón, a un total de 452 suministros todavía no se les había restablecido el servicio.

Malestar de los damnificados

A medida que transcurrían las horas, el malestar de los vecinos de A Picota, tanto de quienes están al frente de algún negocio u organismo público como de los que se habían desplazado para realizar gestiones y tenían que marcharse sin ver cumplido su objetivo, iba en aumento. Propietarios de diversos establecimientos comerciales señalaron que la prolongada interrupción del suministro les había ocasionado importantes perjuicios.

Una de las cuestiones que suscitaba mayores quejas era el hecho de que los afectados se preguntaban por las causas que motivaban que el la prestación estuviera interrumpida durante ocho horas en pleno verano. También los productores lácteos tuvieron que reorganizar su trabajo cotidiano, ya que el horario de ordeño tuvo que ser alterado por completo. Desde la firma se indicó que el servicio se fue restableciendo a medida que era posible.

Las parroquias de Colúns, Corzón y Mazaricos sufrieron el corte de suministro

La compañía eléctrica cifró en 1.236 el número de clientes que se quedaron sin luz