Estudiar sí, pero también divertirse

María Piñeiro / A. G.

BARBANZA

MARCOS CREO

La comarca ofrece una nutrida gama de programas vinculados al inglés

05 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A algunos niños el inglés se les atraganta, a otros les encanta y un considerable número de ellos no tiene motivación ni interés en su estudio. En cualquiera de los casos, Barbanza pone a disposición de los ciudadanos un amplio abanico de campamentos de inglés que prometen aunar estudio y diversión con la pretensión de suscitar el interés hacia el idioma extranjero.

Con la llegada de la época estival, el perfeccionamiento del inglés es una idea que muchos padres tienen en mente a la hora de aprovechar el tiempo libre de sus retoños. Para otras familias, apuntar a los más pequeños a campamentos supone una solución para conciliar el tiempo con sus atareadas vidas laborales.

En este sentido, existe mucha oferta, tanto de asociaciones como de empresas relacionadas con el tiempo libre, que buscan cubrir todas estas necesidades, además de hacer pasar un buen rato a los chiquillos mientras aprenden una lengua extranjera.

Aprender con práctica

Uno de los centros, el cámping Arosa 2, situado en la parroquia ribeirense de Oleiros, persigue convertir sus clases en un entorno de inmersión lingüística con una agenda repleta de actividades lúdicas.

Durante la primera quincena de agosto, un total de 72 niños con edades comprendidas entre los 7 y los 14 años disfrutan de ocupaciones al aire libre como natación, rutas a caballo, tirolina o quads. Las jornadas se imparten totalmente en inglés y, antes de cada juego, deben ser asimilados conceptos y vocabulario relacionado con la actividad en cuestión.

Laura Liberto, una de las monitoras, confiesa que al principio a los niños les cuesta soltarse: «El miedo se disipa a medida que la diversión y la risa ganan el primar plano». En este campamento, los padres tienen la posibilidad de internar a sus hijos durante una semana o solo apuntarlos en horario diurno, lo que no incluye cena ni alojamiento.

Otro de los puntos que ofrece campamento de inglés en el mes de agosto se concreta en el Centro Cultural y Deportivo de Boiro. Durante unas horas al mediodía, los niños disfrutan de juegos didácticos como el Quién es quién, la comba, el escondite o el brilé. Además de estos entretenimientos, la actividad académica gira entorno a la interpretación de canciones populares y a realización de piezas teatrales.

La docente de las clases, Susana Rebollido, manifiesta que «al hacer un ejercicio que les gusta, aprenden mejor el lenguaje. Eso no quita que también tengan que memorizar». 

Los dos campamentos respaldan la actividad física y artística como los métodos de aprendizaje más idóneos para zambullirse en el inglés. En opinión de las los profesoras, el dinamismo de estas clases proporciona, a efectos prácticos, una mejor soltura en el inglés, pero también una mayor independencia y autonomía por parte de los pequeños.

Los talleres de lengua anglosajona se reparten por varios municipios

La variada oferta pública de talleres de inglés deja constancia de la gran demanda que existe. Desde los concellos de Ribeira y A Pobra se llevan a cabo diversas iniciativas de este tipo con niños de edades comprendidas entre los 7 y 13 años. En el caso pobrense, unos treinta chiquillos desarrollan tareas que tocan diversos ámbitos, como la cocina o la ciencia, además de la realización de juegos populares. En el municipio ribeirense, otra treintena de rapaces aprenden inglés por medio de actividades manuales y de temática marinera.