El comandante que enseña a luchar

antón parada / A.G. RIBEIRA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

La carrera de David Vidal está marcada por haber salvado del descenso a muchos equipos

02 ago 2015 . Actualizado a las 17:33 h.

«Yo fui jugador, entrenador y presidente del Portosín. A mi me enseñó a jugar al fútbol mi tío, que era marinero, e íbamos a cortar pinos para fabricar las porterías», estas palabras del legendario entrenador David Vidal Tomé sirven de perfecta descripción de aquellas personas que consagran su vida al deporte como una pasión, por encima de los dictados de contratos y presidentes.

Con 7 años, David Vidal tomaba el autobús, el Celta, de Portosín a Noia con la maleta de clase en una mano y el balón en otra, pensando en el partido que organizaría ese recreo después de las clases de la señorita Puri. Con 15 años, los profesores del Seminario Menor de Santiago de Compostela le nombraron seleccionador: «Escogía entre estudiantes de teología de 18 y 20 años», afirmó el que comenzó su carrera como jugador del Ponteceso.

Su amigo e integrante de ese equipo Juan Manuel Blanco Rodríguez le recomendó que jugase la Liga da Costa, lo que le abrió las puertas al Deportivo de A Coruña Fabril, que dirigía Arsenio Iglesias. Corría el año 1967 y Vidal fue llamado a jugar contra un superior Racing de Ferrol; prueba de fuego, que tras ser superada le valió entrar en la plantilla del primer equipo coruñés.

«Lo que hizo el profesor Arsenio entonces, lo hice yo veinte años después», confiesa de ese método para catar el talento, el profesional que aprendió los conceptos tácticos y estratégicos a pie de campo en su propia piel. Con contrato en vigor, abandona el Dépor para fichar por el Cádiz C.?F. Pero no solo el equipo gaditano conquistó su corazón.

David Vidal se enamoró de la ciudad y de la esposa y madre de sus tres hijos, que siempre le han acompañado por todo los lugares del país donde sus equipos requirieron de sus servicios. Después de una extensa serie de clubes volvería a la ciudad que descansa sobre el tómbolo. Esta vez como segundo preparador.

El rescatador

En 1987 toma las riendas del equipo que vio nacer a un mítico Mágico González, ya como primer entrenador. «Hacer méritos significa meter a más de doce jugadores de tercera en Primera División», explica el profesional conocido por ser reclamado en las horas más bajas de los conjuntos, para salvarlos milagrosamente.

Vidal reconoce que es duro sacar a veteranos para meter a los jóvenes, pero es necesario rejuvenecer el equipo y apostar por la cantera, algo que no todos los técnicos están dispuestos a hacer ya que «a muchos entrenadores les entra la testiculina y no arriesgan». Pero él fabrica valor.

El duro carácter con el que prepara a sus hombres del balón ha generado polémica mediática en incontables ocasiones, pero también ha sido el responsable de que en el 2002 ascendiera un Real Murcia, que el año anterior soñaba con no descender a Tercera. Todo ello «sin gastar un solo duro»; y es que puede erigirse responsable de hacer grandes cosas con equipos muy humildes.

La dedicación invertida en cada campaña queda resumida en esta confesión: «Era mi deber salvarlos». Para alguien que puede presumir de haber invitado a la escuadra a saborear su Galicia, debe de ser raro que estrellas como Messi o Mota se hayan declarado fans de su metodología.

La leyenda vive

«No hay mayor satisfacción que ver en la alta competición a un futbolista que has tenido como juvenil, subir a Primera es secundario», revela el mismo David Vidal Tomé que nunca ha temido desafiar a ningún capitán. A sus 62 años, y muy lejos del ocaso de su carrera, el profesor del fútbol se relaja en Cádiz al mando del timón de su embarcación y practicando pesca submarina.

Igual que un héroe impasible en las alturas, estudia minuciosamente la liga española, esperando la llamada de socorro que le permita volver a demostrar su valía como mesías del balompié.

David Vidal Tomé: Entrenador de fútbol

2 de agosto de 1950.

Jugó como defensa en el Deportivo de A Coruña y en el Cádiz C.?F. Ha entrenado a más de 12 equipos.

Salvó al Villareal C.F. del descenso en la temporada 95/96. También hizo lo mismo con el Real Murcia a mitad de la campaña 2001/02, llegando a ascenderlo a Primera División al año siguiente. En la etapa 2006/07 anotó el mismo triunfo para el Elche C.F. Tras más de 11 partidos perdidos llegó al Albacete Balompié en el período 09/10 y aseguró su permanencia.