El fuego calcinó el equivalente a la extensión de Arousa norte en una década

Xoán R. alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Ocho parroquias de la comarca figuran ente las catalogadas como de especial actividad incendiaria

22 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La última década ha resultado especialmente trágica para la comarca desde el punto de vista de la preservación de su rico y variado ecosistema. Al menos en cuanto se refiere a los daños medioambientales y también económicos provocados por los incendios forestales. Desde el 2004, la superficie calcinada en la zona supera las 24.900 hectáreas entre monte raso y arbolado, terreno que prácticamente equivale a los 246 kilómetros cuadrados que suma el territorio total de los municipios de Boiro, Pobra, Rianxo y Ribeira.

Esta ingente cantidad de extensión da una idea aproximada de la magnitud de un problema que ha destruido por completo parajes de singular riqueza ecológica y paisajística como el monte Pindo, en los años 2005 y 2013, masas arbóreas de gran valor económico para varias comunidades de montes de Lousame, Porto do Son o Muros (destruidas en el 2006) o, incluso, puesto en alerta a cientos de viviendas, al Hospital do Barbanza y al polígono industrial de Xarás, hace menos de dos años.

Si bien existen años y municipios concretos donde se registra una mayor actividad incendiaria -el ejercicio 2006 bate todos los registros con casi 12.000 hectáreas quemadas- prácticamente ningún municipio de la zona se libra de la actividad del fuego. Del mismo modo, salvo en el 2014, con uno de los veranos más húmedos del último cuarto de siglo, los incendios son una constante que se repite año tras año.

Más de dos mil

Según los datos que maneja la Consellería do Medio Rural, en la última década se produjeron en la comarca un total de 2.770 incendios forestales, constatándose un importante descenso en el número cuantificado en los últimos años en comparación con el que se registraban anteriormente. No sucede igual con el volumen de la superficie quemada.

Pese a que son pocas las parroquias que se han librado del fuego durante los últimos diez años, algunas de ellas destacan por su especial actividad incendiaria. Es el caso de Santa Eulalia, en Boiro; Carreira, Palmeira y Santa Uxía en Ribeira; Tállara, en Lousame, O Pindo en Carnota; Louro en Muros y Colúns, en Mazaricos. En estas áreas, señaladas como de seguimiento exhaustivo dentro del Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia 2015, se produjeron 245 incendios en los últimos cinco años, uno de cada tres registrado en la comarca. Del mismo modo, la superficie quemada en estas zonas -8.585 hectáreas desde 2004- equivale a más del 35% del total.

Sobre estos lugares la Administración, además de controlar las ayudas concedidas a agricultores y ganaderos, han inscrito de oficio en el Rexistro Público de Terreos Forestais de Pastoreo, como zonas prohibidas, las superficies en las que hubo fuegos.

3.367 Hectáreas

San Clemente de O Pindo es el lugar más afectado.

2.770 Incendios

Es el número de fuegos computados desde el 2004.

2006 Peor año

Ese ejercicio ardieron en la zona 11.300 hectáreas.

Después de tres semanas en las que el mapa barbanzano estuvo totalmente teñido de rojo apuntando a un riesgo extremo de incendio forestal, la llegada del mal tiempo ha relajado la situación.

Las lluvias débiles y el flojo viento del sur que afectó a la comarca durante la última parte de la semana pasada ha motivado que los responsables de los equipos de extinción hayan rebajado el Índice de Riesgo Diario de Incendio (IRDI) de su nivel extremo al calificado como moderado en la parte norte de la comarca y al alto en el sur.

Para la elaboración del IRDI se tienen en cuenta el análisis y la conjunción de factores como el estado de la biomasa forestal, la situación de las infraestructuras preventivas de las masas arbóreas, el estado del suelo o la situación meteorológica, entre otros elementos. Asimismo, eEste indicador se divide en cinco niveles: bajo, moderado, alto, muy alto y extremo.