Solo las exaltaciones gastronómicas de A Pobra se caen de un cartel en el que Noia quiere volver a situar su producto estrella, el berberecho
28 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Comer es uno de los grandes placeres de esta vida. No hay fiesta gastronómica que se organice que no registre colas de personas deseosas de regalar sus paladares. Barbanza lo sabe y quiere sacarle a este hecho irrefutable el máximo partido. Materia prima para conseguir la fórmula del éxito no le falta. A las lonjas de la comarca llegan a diario exquisiteces capaces de satisfacer a los comensales más exigentes. De hecho, el mar nutre el calendario de las exaltaciones estivales en la comarca, una agenda de infarto que sufre alguna variación con respecto a ediciones anteriores.
La primera gran cita es la Festa da Xouba de Rianxo. La fecha de la degustación se mantiene, como siempre, en el 25 de julio, pero la patronal local prepara actividades para el fin de semana previo. Tanto el sábado como el domingo habrá, entre otras propuestas, una ruta de tapas por los establecimientos hosteleros y un showcooking, todo con el fin de dar a conocer nuevas formas de preparar la especie pesquera por excelencia de la villa.
Es precisamente el camino de la innovación el que han tomado otras fiestas gastronómicas de Barbanza para renovarse. El percebe de Aguiño sigue sirviéndose como antaño, cocido, pero se ha mejorado la presentación de las raciones y se ha ampliado el cartel con propuestas como una subasta o el nombramiento de percebeiros de honor. Ello motivó el año pasado el aumento, a dos, de los días de fiesta, incremento que se mantendrá en esta edición.
Buscando innovar
También siguen la senda de la innovación las fiestas del mejillón de Rianxo y Cabo de Cruz. En ambas localidades buscan sacarle el máximo partido a su producto estrella, ofreciendo nuevas formas de cocinarlo. Hasta el Concello de Porto do Son, que en el 2014 tomó las riendas de la fiestas del pulpo, quiere darle una vuelta a la exaltación. El cambio pasaría, según avanzó el alcalde, Luis Oujo, por mejorar el escenario, que hasta el año pasado era una simple carpa, y por aplicar nuevas recetas a la preparación del cefalópodo.
Por contra, siguen fieles a su historia, corta pero intensa, las fiestas de la navaja de Aguiño y Muros. Será que el largo manjar convence pasado solo por la plancha y aderezado con unas gotas de limón. Tampoco se plantean modificación alguna los promotores de la gran churrascada que se monta durante la Festa da Fervenza de Mazaricos, donde carne y chorizos asados constituyen el plato único.
Aunque habrá cantidad y variedad de citas, las previsiones apuntan a que el cartel de exaltaciones gastronómicas será este verano un poco más reducido que los anteriores. Y es que el nuevo ejecutivo pobrense descarta organizar tanto Sabores da Ría como la Feira de Mariscos. El alcalde, Xosé Lois Piñeiro, comentó que se estudia la posibilidad de organizar una cita culinaria pero, de hacerlo finalmente, «sería de outra forma totalmente distinta».
Por contra, el Concello de Noia quiere sumar una fiesta, la del berberecho. Eso sí, no está claro si será este verano o habrá que esperar al 2016.
El Concello sonense prevé introducir cambios en la Festa do Pulpo
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