Miguel Paz hizo un llamamiento a la unidad para trabajar por Noia

M. Gómez Noia / La Voz

BARBANZA

MARCOS CREO

La Marea Cidadá, el NOIA y el BNG dieron su apoyo al lídero socialista

14 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de unas semanas intensas para cerrar el acuerdo de la investidura, Miguel Paz Barreiro, que justamente cumplía ayer 67 años, tomó posesión como alcalde de Noia. Como estaba previsto, la Marea Cidadá, el NOIA y el BNG le dieron su apoyo y el municipio contará durante otros cuatro años con un regidor socialista. En su primer discurso en el cargo, se dedicó fundamentalmente a dar las gracias a todas las personas que hicieron posible «que cumpra o soño de traballar polo meu pobo» e hizo un llamamiento a la unidad de los distintos grupos políticos para trabajar por Noia.

Con la intervención del nuevo alcalde concluyó un pleno de investidura que se había iniciado con un par de minutos de adelanto. De hecho, faltaba aún un cuarto de hora para el inicio de la sesión y ya no cabía un alma en el salón noble. Se esperaba el abarrote que, efectivamente, se produjo y también, quizás con el recuerdo de lo ocurrido hace cuatro años, altas dosis de tensión, pero cualquier parecido con la escena de la toma de posesión del 2011 fue pura coincidencia. No hubo gritos, solo aplausos, como los que el público dedicó a los concejales de todos los partidos a su llegada.

La toma de posesión se desarrolló según lo previsto: el propio Miguel Paz y Manuel Seijas, edil de la Marea, presidieron la mesa de edad que constituyó la nueva corporación; uno a uno, y entre más aplausos, los concejales juraron el cargo y acto seguido, y a mano alzada, eligieron alcalde. Una cerrada ovación selló la elección del candidato socialista.

Situación paradójica

Rafael García Guerrero, que ocupó la alcaldía hasta ayer, entregó el bastón de mando a Miguel Paz consumando así el relevo en el Concello. La escena, además, tiene su paradoja, como destacó el propio Paz: «Tivemos ao alcalde máis novo, e hoxe, que cumpro 67, elixiuse ao máis vello».

Así inició su intervención el nuevo mandatario, que dijo ser consciente «do moito que fixo o tripartito» pero también de que todavía queda mucho por hacer. Aseguró que de ahora en adelante «a miña única meta será servir ao pobo de Noia» y habló de la necesidad de trabajar para resolver los problemas de los vecinos, de mantener las instalaciones y actuaciones que se realizaron y de pelear por los proyectos que están pendiente. «Só unidos podemos conseguilo», remarcó.

Reconoció que siguen siendo tiempos difíciles, así que «o noso maior compromiso é facer deste mandato un instrumento para contribuír na medida das nosas posibilidades á saída da crise social e económica», y remató: «Estamos ante novos tempos que esixen novas formas de facer política, por iso prometo ser o primeiro exemplo de honradez, transparencia e austeridade».