27 may 2015 . Actualizado a las 05:30 h.
Los juegos de malabares, los bailes y una carisma arrebatador fueron los ingredientes que el payaso Rudi puso en el espectáculo realizado ayer en la plaza del Centenario ribeirenses. A pesar del calor, los críos no se despegaron un segundo de Rudi y disfrutaron de una tarde repleta de magia, juegos y una infinidad de carcajadas.