El PSOE lleva 24 años de hemorragia y perdió 14.000 votos desde 1991

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Los resultados en los últimos comicios son los peores de la democracia para los socialistas en la zona, que por primera vez parecen abocados a no tener alcaldías

27 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los peores titulares tras conocerse los resultados de las elecciones municipales en Barbanza los capitalizó el PP. No en vano, fue muy inesperado el revés de Manuel Ruiz en Ribeira o el pinchazo de los nuevos candidatos populares en Mazaricos y A Pobra. Pero que nadie se lleve a engaño. Si hay una formación tradicional que no debería tener consuelo con lo que dictaminaron las urnas esa es el PSOE. Cosechó los peores resultados de su historia en la comarca. Y, encima, es la primera vez que parece abocado a no contar con ninguna alcaldía en la zona, salvo que se obre el milagro y Miguel Paz o Caridad González alcancen el bastón de mando en Noia y Muros, algo muy improbable. La hemorragia viene de lejos. Arranca en 1991. Desde entonces, el partido perdió 14.000 votos en la zona.

En las primeras elecciones democráticas municipales, en 1979, el PSOE se quedó como segunda fuerza en la comarca, por detrás de UCD. Eran los años dorados de Adolfo Suárez y aún así, los socialistas obtuvieron el respaldo de 11.393 barbanzanos, una cifra superior a la de los últimos comicios, en los que arañaron 11.218 sufragios. Podría pensarse que hay que tener en cuenta que el censo electoral lleva tiempo bajando. Pero no. Es cierto que el número de electores ha descendido en los últimos años. Pero en las primeras municipales pudieron votar en la zona 93.375 barbanzanos frente a los 99.994 de ahora. Así que el PSOE vive el peor momento de su historia.

El primer batacazo, en 1999

Los del puño y la rosa fueron mejorando posiciones en los comicios municipales en la zona hasta el año 1991, cuando tocaron techo. Les votaban entonces 25.099 vecinos. A partir de ahí, empezaron a perder apoyos. Primero, en 1995, lo hicieron de forma moderada. Y en 1.999 se llevaron ya un importante batacazo. Aquel varapalo había sido tal que, en el 2003, pese a ser la época de Aznar y Fraga, de estar el PP todavía fuerte en Madrid y Galicia, los del puño y la rosa lograron recuperarse tímidamente en la comarca después de muchos cambios en la formación. Fue un espejismo, porque desde entonces no han levantado cabeza en ningunos comicios locales.

Por si fuese poco con esto, las últimas elecciones les apearán de todas las alcaldías salvo milagro de última hora. Ni siquiera retuvieron Muros y Noia, las únicas plazas que conservaban.

Los del puño y la rosa son la tercera fuerza desde el 2007 y no tienen ningún edil en Mazaricos

En consonancia con su sangría en el número de votos, el PSOE pasó de ser la primera fuerza política en la comarca -puesto que mantuvo desde el año 1983 a 1991- a situarse como segunda opción. Pero en el 2007 el BNG adelantó a los del puño y la rosa, que pasaron a ser la tercera formación en cuanto a sufragios. Y de ahí no lograron salir de momento. Es más, corren el riesgo de caer todavía más abajo de no contener su descenso. Hay dos datos que, pese a ser anecdóticos, no deberían pasar desapercibidos en la casa socialista: en Boiro son ya la cuarta opción para los votantes, tras haberles adelantado, además de PP y BNG, el independiente Manuel Velo. Y en Mazaricos llevan ocho años sin un solo edil.

Aún hay otro termómetro más para medir la salud del PSOE en la zona. Llegaron a tener, en 1987, cinco mayorías absolutas y otras alcaldías en minoría. Actualmente, de gobernar con la mitad más uno ya ni se acuerdan. El último que lo hizo fue Pedro Piñeiro.