Los colectivos se han planteado boicotear las pruebas del 26 y 27 de mayo
19 may 2015 . Actualizado a las 05:05 h.La primera prueba de evaluación de la Ley Wert se ha topado con el rechazo frontal de las asociaciones de padres y madres de la comarca del Barbanza. Los debutantes con la temida reválida serán los alumnos de tercero de primaria, los cuales solamente han estudiado este curso con los programas educativos que promueve la nueva ley.
Las ANPA de la comarca se oponen rotundamente a la prueba. En grandes rasgos consideran que: la prueba clasifica al alumnado desde una edad muy temprana (8 y 9 años), fomenta la competencia insana y la estigmatización entre centros; desconfía de la profesionalidad del profesorado y lo desautoriza; además incrementa la carga de trabajo que soportan los colegios a final de curso.
La prueba también se ha ganado la desaprobación de los propios colegios, aunque estos se ven obligados a acatar la ley y prefieren no hacer más ruido. El director del colegio Jaime Balmes, Alfonso Miguens, es uno de los que intentan poner calma en medio de la tormenta: «Dende a Xunta afirmáronos que a proba será unicamente informativa. Non hai diferenzas coa proba se facía durante estes anos en cuarto de primaria». Desde la Consellería de Educación recuerdan que con la anterior ley educativa ya se realizaban este tipo de exámenes de carácter informativo, por lo que no que no entienden el revuelo causado. Miguens asegura que la causa podría proceder de «cuestión políticas» aunque asegura que la prueba no es necesaria: «os mestres teñen os seus propios mecanismos para avaliar e controlar aos rapaces».
Concuerda con la presidenta de la ANPA del centro y profesora, Iria Flavia Pais, «os mestres pasamos todo o ano cos rapaces, sabemos onde fallan, cales son os seus puntos fortes. Creo que non necesitamos unha proba que nolo confirme».
Intento de boicot
A pesar de que desde los centros se ha querido quitar hierro a la prueba, desde la Confederación galega de ANPA de centros públicos, se ha llegado a difundir un justificante de ausencia para que los padres cumplimenten y no tengan que llevar a los niños al colegio.
La Plataforma galega en defensa do ensino, también anima a los padres a que no lleven a sus hijos a los centros durante los exámenes. El boicot solo depende de que los padres tomen la decisión final.