El derroche de fantasía del París-Dakar puso en apuros al jurado

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

Una treintena de concursantes pugnaron por los premios del rali noiés

08 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi nos habíamos olvidado ya del carnaval cuando este reapareció en todo su esplendor en el Rally París-Dakar. Tras sucesivos aplazamientos, la lluvia por fin dio una tregua para que pudiera celebrarse una de las grandes citas del entroido noiés. El desfile se ha ganado el merecimiento de estar entre las celebraciones más destacadas de la comarca por tres razones fundamentales: la cantidad de público que arrastra, la elevada cifra de participantes y la calidad y originalidad de los disfraces que entran en competición.

Pese al retraso con el que se celebró este año el París-Dakar, en esta edición del rali se cumplieron esas tres premisas. De hecho, aunque hubo algunas bajas entre los concursantes inscritos inicialmente, el derroche de fantasía fue tal que puso en serios apuros al jurado. Después de más de dos horas de desfile por las principales calles de la localidad, hubo que esperar al veredicto y la entrega de premios a los ganadores se demoró hasta cerca de las dos de la madrugada.

No es de extrañar que los encargados de elegir a los vencedores de entre la treintena de concursantes inscritos, entre grupos, parejas y disfraces individuales, sufriesen para tomar una decisión. Comparsas como Estrelas na noite y Os da caña parisinos, con su propio Moulin Rouge incluido, convirtieron las calles noiesas en una suerte de sambódromo que les valió el segundo y tercer premio, respectivamente, en grupos. Simios na rúa, con una puesta en escena de lo más cuidada, se hicieron con el gran galardón de 2.000 euros.

En categoría individual, un espectacular dragón llamado Quimera fue el vencedor, y en parejas se impusieron los protagonistas de Toy Story. Al este del oeste obtuvo el premio especial a la simpatía y A volta ao mundo en 80 días recibió una de las menciones especiales.