Policía y Guardia Civil constatan que hay veneno para jabalíes en la sierra

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La presencia de productos tóxicos para reducir la población de cerdos salvajes ocasionó las muertes de perros de caza en varios puntos

26 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Repartir de forma indiscriminada veneno en ciertas zonas de la sierra de Barbanza para reducir la población de jabalíes es la temeraria e injustificada decisión que habrían tomado, uno o varios, vecinos de este macizo con intereses profesionales en los montes tras verse afectados, supuestamente, por los destrozos causados por la población de jabalíes. Con lo que no contaban los autores de este delito medioambiental es que sus trampas mortales podían acabar con la vida de otros animales que también recorren la sierra, tal y como sucedió en las últimas semanas con diferentes ejemplares de perros de caza.

Las muertes de estos canes, que acompañaban a sus propietarios cuando participaban en diferentes jornadas cinegéticas, fue el detonante que hizo trascender la investigación que están llevando de forma paralela la Policía Autonómica y la Guardia Civil. Además, ya sea en las comunidades de montes, o entre los ganaderos de la zona, el boca a boca sobre la existencia de este veneno repartido aleatoriamente en la sierra no es una novedad.

Son varios los profesionales que trabajan a diario en esta zona y que reconocen llevar semanas oyendo una hipótesis que ahora se ha confirmado con las pesquisas policiales.

Uno de estos barbanzanos, con años de experiencia en la gestión del monte, reconocía ayer que «na serra sempre houbo xente que se tomou a xustiza pola súa man, e isto é un capítulo máis. Os xabarís fan danos, pero cando é así o normal é recorrer aos mecanismos que ten a Administración galega para arranxar os danos, e non actuar desta forma».

Escopetas al hombro

Las investigaciones iniciadas intentan confirmar si la cruzada abierta contra la población de cerdos salvajes incluye también la muerte de algunos ejemplares a manos de furtivos, que habrían usado sus escopetas saltándose cualquier norma vigente. Esto último es una pista que están siguiendo las fuerzas del orden, pero que todavía no está confirmada.

Mientras, entre los vecinos de la zona existe el convencimiento de que son muchas las personas que desean ver reducida la población de cerdos.

La presencia de agentes autonómicos se intensifica en los montes

Las pistas y carreteras de la sierra barbanzana están siendo transitadas desde hace días, y con frecuencia, por agentes de la Policía Autonómica que están realizando una vigilancia de la zona en busca de pistas.

Su presencia no ha pasado desapercibida para los vecinos, que están más acostumbrados a ver patrullas de la Guardia Civil que de la Policía Autonómica, sobre todos si no es época de riesgo de incendios.

Mezclado con carne

Uno de los objetivos de los investigadores es localizar el veneno que se deja en la sierra, y que generalmente suele mezclarse con carne para que los jabalíes lo devoren. El problema es que esa misma carne tiene idéntico efecto sobre los perros de caza y tampoco dudan en comérsela.

¿Es tan difícil?

Pues, por lo visto en los últimos años, sí que tiene que resultar complicada la convivencia entre los animales de dos piernas y cuatro patas en la sierra... Si no es el lobo, es el jabalí, y cuando no es la fauna le toca a la flora, en forma de llamas que dejan todo inerte a su paso. Lo peor es que al final la fama se la lleva un enclave envidiable, de inmejorables vistas a dos rías y en donde hay gente que sí sabe convivir con el entorno.