El depósito ilegal de basura continúa siendo frecuente en la totalidad de los municipios pese a la existencia de puntos limpios
01 feb 2015 . Actualizado a las 11:41 h.Ni los puntos limpios gratuitos de que disponen los ayuntamientos, ni el riesgo de ser sancionados disuaden a quienes deciden atentar contra el paisaje y vulnerar las normas diseminando residuos de todo tipo a lo largo de la geografía barbanzana. En el lugar más insospechado es posible encontrar restos de obra, mobiliario o electrodomésticos, por no hablar de plásticos y envases, que son las auténticas estrellas en esta particular pasarela de basura.
Una vecina de A Pobra, que hace unos días vio una pantalla de ordenador navegando por las aguas del río Morto, mostraba su desconcierto:
«Xa que o dono se molestou en levalo ao río, polo mesmo traballo deixábao no punto limpo e aforrábanos a todos unha fea estampa»
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Los responsables municipales aseguran que la situación ha mejorado mucho, pero reconocen que el problema existe y que, además, supone un desembolso económico añadido para las arcas locales. El teniente de alcalde ribeirense Juan Luis Martínez explica: «La retirada de materiales especiales, como neumáticos, uralita o similares tiene que encargarse a gestores autorizados, porque no está incluida en el contrato de limpieza viaria». En concellos como Muros, Porto do Son y Noia precisan que los obreros que se dedican a limpiar vertederos dejan de hacer otros trabajos necesarios para la comunidad.
Entre los meses de mayo y diciembre, el grupo de emergencias municipal ribeirense retiró cerca de una treintena de vertederos ilegales, alguno en puntos de interés como el mirador de Couso o los accesos al monte de A Cidade y al petroglifo Pedra das Cabras. Dieciséis basureros se erradicaron con apoyo de Medio Ambiente.
Dos puntos recurrentes en Noia
También el ejecutivo noiés mantiene desde hace tiempo una cruzada con los depósitos ilegales. Los controles se han endurecido desde el verano, pero la edila de Medio Ambiente, Marisol Villar, indica que hay dos puntos conflictivos, uno en el acceso al cementerio de Santa Cristina y otro en la parte posterior de este camposanto: «Es tremendo que teniendo el punto limpio a cincuenta metros lo dejen tirado».
Uno de los problemas es que en raras ocasiones se consigue identificar a los autores para sancionarlos. Además del impacto paisajístico, está el peligro existente en el caso de materiales que requieren de un tratamiento especial. Otro problema es que los electrodomésticos u otros materiales que sirven para chatarra son desmontados por quienes se dedican a su venta, con lo que las partes que desechan acaban esparcidas por el entorno.
A Curota, que hace años logró librarse del gran basurero al aire libre, recibe ahora los desechos de personas incívicas a las que no les importa la imagen que pueda ofrecer un destino turístico de referencia.
Los vertederos aparecen en cualquier lugar y, en muchas ocasiones, son operarios municipales quienes realizan las tareas de control. Un integrante de la brigada de obras sonense, indica: «Facemos rondas de xeito habitual e cada dous por tres sacamos lixo tirado, incluso no casco urbano».
A los pies de los contenedores
Una imagen muy frecuente es que se depositen junto a los contenedores, como se aprecia en esta imagen tomada en Muros, residuos que deberían ser tratados por un gestor autorizado o transportados al punto limpio. Pueden transcurrir días o semanas hasta que sean retirados porque, en todos los municipios, las empresas que hacen la recogida disponen de servicios especiales para su transporte que funcionan previa demanda.