Frinsa, que creció en el 2014, garantiza el empleo a la plantilla

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

El fundador y presidente de la conservera fue optimista sobre la empresa en la cena anual de la compañía, que tuvo lugar el viernes bajo carpa en Coroso

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:11 h.

Desde que la economía empezó a torcerse en España, pocas empresas transmiten buenas vibraciones a sus plantillas. En Barbanza hay una excepción en ese sentido: la de las conserveras, que lograron aguantar el tipo e incluso crecer en los peores momentos de la recesión. El viernes, nuevamente, volvió a evidenciarse que la situación de las compañías de este gremio dista de las de otros sectores. Aprovechando la cena anual, el presidente de Frinsa, el empresario ribeirense Ramiro Carregal, a micrófono abierto, dejó claras varias cosas. Dijo que el empleo estaba garantizado. Y que la firma había crecido a lo largo del último ejercicio.

Anteayer a última hora, estacionar en la avenida de A Coruña de Ribeira era casi misión imposible. No en vano, casi un millar de personas aparcaron por este entorno para acudir a la tradicional cena anual de la conservera Frinsa. Se celebraba, como es habitual, bajo carpa en la zona del paseo marítimo de Coroso. Antes de comenzar la parte más lúdica de la velada, Ramiro Carregal se dirigió a sus empleados. Dijo -de hecho, lo recalcó varias veces- que está garantizado el empleo. Habló de que hubo empresas que lo pasaron o lo están pasando mal por la crisis, pero que la compañía que preside está capeando bien el temporal. Así que dibujó un panorama futuro muy optimista.

Sin sorteos pero con paga extra

Un clásico en la cena anual de Frinsa eran los sorteos. El año pasado, por ejemplo, se repartieron 60.000 euros en premios, repartidos en cien de 600 euros. Pero en esta ocasión las cosas cambiaron. No hubo sorteos. Lo que hizo la compañía fue repartir beneficios entre la plantilla en forma de pagas extra. De hecho, un representante de los trabajadores, José Manuel Reiriz, también tomó la palabra antes de empezar a cenar, y lo hizo para agradecer estas pagas, según explicaron distintos testigos de la velada.

A partir de los discursos, la noche se desarrolló como lo que realmente era: una fiesta por todo lo alto. Se sirvió la cena y luego hubo baile. Algunos trabajadores no abandonaron la carpa de Coroso hasta casi el amanecer.

Además de Ramiro Carregal, acudieron a la cita los demás directivos de la compañía. A la cabeza de ellos, Jorge Carregal, hijo el presidente y actual director general de la empresa.