Las únicas novedades que hubo ayer en torno a la búsqueda de Santiago y Antonio, los dos tripulantes del barco que continúan desaparecidos, se acabaron convirtiendo en falsas alarmas. Apareció un chubasquero en la zona de Espiñeirido, pero al ver que estaba muy raído e incluso oxidado ya se dudó que pudiese ser de alguno de los tripulantes. Se trajo a la zona del faro y, efectivamente, tal y como señaló Protección Civil de Ribeira, se confirmó que no era de ninguno de ellos. Luego, se encontró también una sudadera en la zona más interior de Corrubedo. Pero tampoco pertenecía al patrón o a los marineros de la nave Paquito Nº 2.
En realidad, si estas pistas llegasen a ser certeras, se complicaría la búsqueda, porque no están hacia el sur, que es donde se centra el operativo a raíz de que fue hacia ahí donde se encontró el cadáver de Germán Fernández, enterrado ayer en Boiro.