Hace cinco décadas, en la iglesia de Cespón, el ilustre galleguista Faustino Rey Romero oficiaba el enlace entre Manuel Castaño Ces y Fina Piñeiro Vilas. La pareja regresó el pasado fin de semana al templo boirense para rememorar aquel inolvidable día durante la celebración de sus bodas de plata. En esta ocasión fue el párroco Francisco Pena el que se encargó de la misa. Como si de la primera boda se tratara, hubo padrinos: Víctor y María José, hijos del matrimonio; y también niños de arras: Antón e Irene. Ambos pequeños, nietos de los homenajeados, portaron los anillos y las cadenas que se intercambió el matrimonio.
Una vez finalizada la ceremonia, las más de treinta personas que se encontraban en la iglesia se trasladaron al restaurante Trapeiro para disfrutar de un suculento banquete. Entre los asistentes se encontraban los otros nietos Manuel y Fina: Alejandro, Sergi, Manu y Mai; y los hijos Miguel y Jordi. Este último, tambor en mano y con la colaboración de un amigo acordeonista, dedicó una pieza musical a sus padres en cuanto salieron del templo, mientras se producía una divertida lluvia de arroz.
Ya en el establecimiento hostelero de Lousame, se entregaron los consabidos regalos, entre ellos, una placa conmemorativa y un par de copas grabadas en las que esta pareja de rianxeiros podrá seguir brindando por un largo futuro juntos. Fue testigo de excepción de todo lo que ocurrió durante la fiesta la madre del homenajeado, Josefina Ces.