Lujoso estreno de la alfombra roja situada a los pies del Noela

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Unas 180 personas recibieron a las primeras estrellas llegadas a la Mostra

13 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Por el coliseo Noela desfilaron, desde que arrancó esta decimoquinta edición de la Mostra de Curtas, rostros conocidos del mundo audiovisual, pero el primer gran desembarco de estrella se produjo la noche del jueves. Los encargados de estrenar la alfombra roja extendida a los pies del noble edificio fueron los directores Carlos Sedes y David Pinillos, y los actores Alejandra Lorente y Michelle Calvó. Como suele ser habitual en el festival noiés, todos ellos respondieron sin problema a las llamadas de los espectadores, interesados en conseguir un autógrafo o en hacerse un selfie.

Desde las butacas del teatro, estos cuatro invitados de lujo, todos ellos integrantes del jurado que se encargará de otorgar los ocho premios que se entregarán durante la gala final de mañana, visionaron los nueve cortometrajes correspondientes a la segunda jornada de proyecciones oficiales del certamen. Junto a ellos, unas 180 personas vieron las cintas y, buena parte de ellas, depositaron después sus votos en las urnas correspondientes.

Aprobado con nota

El concejal de Cultura noiés, Javier Rodríguez, calificó con nota alta la quinta jornada del festival: «A xente quedou satisfeita co nivel das cintas proxectadas». Destacó también que entre el público se encontraban directores, productores y actores de varios de los trabajos, lo que contribuyó a animar el ambiente de la Mostra.

Pero, como era de esperar, la expectación fue a más durante la jornada de ayer. Al cierre de esta edición se estaba desarrollando, en el interior del coliseo, la gran gala de presentación de Bajo sospecha, la serie producida por Bambú para Antena 3. Aunque en un principio estaba previsto que solo acudieran los invitados, finalmente se pusieron a la venta 50 entradas cedidas por los patrocinadores. El dinero recaudado fue a parar a las arcas de A Creba.