Los cinéfilos que no puedan acceder al Noela tendrán otra oportunidad
09 dic 2014 . Actualizado a las 05:01 h.Nada más y nada menos que 347 butacas. Y todas llenas para el preestreno de Little Galicia, la película de Alber Ponte que el domingo por la noche abrió el telón de la Mostra de Curtas de Noia. Fueron tantos los cinéfilos que se agolparon a las puertas del teatro que hubo que colgar el cartel de completo sin satisfacer a todos los que llegaron con hambre de cine. La organización ha agradecido el interés demostrado por la sociedad barbanzana y de más allá de nuestras fronteras por asistir a las galas, pero asegura que es totalmente imposible ampliar el aforo «porque el único espacio que queda libre son los pasillos». Por ello, anuncian que se volverán a proyectar los filmes para que no haya ni un solo aficionado que se quede con las ganas. Incluso se vendieron las entradas para las zonas con visibilidad reducida. El inicio del certamen no podía haber sido mejor.
La Mostra de Curtas de Noia tiene este año un significado especial. Y es que los trabajos volverán a brillar en el coliseo del que nunca debieron marcharse. El Noela luce renovado y son muchos los que quieren sentarse en sus butacas para verlo en todo su esplendor. Con Little Galicia las expectativas de la organización se cumplieron con creces: «La película ha encantado, hay que destacar que todavía no la habían visto ni siquiera los actores», señaló el concejal de Cultura, Javier Rodríguez. Algunos de ellos ya se pasearon ayer por la alfombra roja ante la atenta mirada del público. Y serán muchos más esta misma semana.
Al término de esta edición estaba previsto el preestreno de la película Os fenómenos, de Alfonso Zarauza, mientras que hoy será el turno del documental Funes, o inventor da lúa, de Enrique Otero.
Con acento barbanzano
Mañana se celebrará una de las galas más esperadas, y es que llegará la hora de proyectar los cortos comarcales, entre los que se incluyen los títulos Días de lluvia, Draw my life, O Agasallo y O quinto cravo.
La Mostra de Curtas de Noia todavía tiene mucho que ofrecer y parece que los barbanzanos y cinéfilos llegados de otros puntos del territorio gallego seguirán respondiendo a su llamada. No es para menos con el cartel que se ofrece.