Centenares de personas lamentan en el tanatorio de Noia «a morte tan tráxica de tres boas persoas»

María Hermida
María Hermida RIBEIRA

BARBANZA

Estado en el que quedaron los dos vehículos tras chocar frontalmente en el corredor que une Noia con Santiago, a la altura de Rois.
Estado en el que quedaron los dos vehículos tras chocar frontalmente en el corredor que une Noia con Santiago, a la altura de Rois. sandra alonso< / span>

Familiares y amigos acuden desde por la mañana al velatorio para arropar a la familia de las víctimas del accidente de Rois

16 nov 2014 . Actualizado a las 18:11 h.

El accidente ocurrido ayer por la tarde en el corredor noiés, que se cobró la vida de cuatro personas, dejó conmocionados a los vecinos de Noia. De este municipio eran tres de las víctimas, todas ellas de la misma familia. Se trata de dos hermanas María del Carmen y Rosa María Bouzón Blanco y del marido de la primera, Alejandro Hermo Rosende. Ya desde primera hora de la mañana, aún cuando los cadáveres permanecían en Santiago, donde se les practicó la autopsia, había vecinos esperando a las puertas del tanatorio. En cuanto llegaron los féretros el velatorio noiés se convirtió en un hervidero. Centenares de familiares y amigos acuden desde hace horas a las instalaciones, donde los tres cadáveres se velan en una misma sala. También se celebrará, ya mañana por la tarde, un funeral conjunto en la iglesia de San Martiño noiesa. Quienes acuden al tanatorio destacan tanto la bondad de los fallecidos como el hecho de que se trataba de tres personas muy trabajadoras. «Rosi, una de las hermanas, que trabajaba en una tienda de fotos, me atendió el otro día y fue encantadora como siempre, era una chica excepcional», señalaba una amiga de la familia. «É terrible a morte tan tráxica de tres boas persoas», aseguraba otra mujer. La mayoría de quienes esperaban a las puertas del tanatorio para entrar a saludar a la familia eran personas jóvenes, o como mucho de mediana edad. Cabe recordar que los fallecidos noieses tenían 46, 41 y 38 años.

En Noia, muchos se acordaban también de la otra víctima del siniestro, que viajaba en el otro vehículo implicado. Se trata de José Manuel Gándara Vila, vecino de Santiago de 43 años aunque casado con una mujer de Outes. Su cadáver permanece en la capital gallega.