1Medio siglo ha pasado desde que un grupo de chiquillos de Noia compartían aventuras en los pupitres de la escuela de O Loureiro. Cuando las aulas se quedaron vacías, aquellos niños crecieron y siguieron sus caminos, algunos en la misma villa y otros fuera de las fronteras de Barbanza. Fue precisamente un antiguo estudiante del centro que ahora reside en A Coruña, Anselmo Seijas, el que lio a un grupo de compañeros para fijar un reencuentro. Hipólito Rey y José Manuel Picón llevaron el peso de la organización de la cena que hace unos días se celebró en el restaurante Tío Manolo. A la mesa se sentaron cuarenta comensales, que recordaron viejos tiempos ayudándose de fotografías de la época. Hubo incluso quien llevó una instantánea de la maestra, doña Adela. Fue tal el éxito de la cita que los asistentes quedaron emplazados para el año que viene. Quieren convocar también a la sección femenina de la escuela.
Firma colectiva
2En Boiro, quienes participaron en un encuentro fueron los responsables de una veintena de asociaciones. Respondieron a la llama que les hizo el regidor local, Juan José Dieste, para la firma de los convenios que les permitirán acceder a un pellizco con el que poder sufragar las actividades que llevan a cabo en los ámbitos de la cultura, las fiestas, el turismo y el comercio. Se repartirán, en total, 127.000 euros, una cifra que duplica a la que el Concello entregó, para el mismo fin, el año pasado.