1Es, como muchas otras celebraciones, una fiesta eminentemente infantil, pero el Samaín también conquista a los mayores de la comarca. En Boiro, un grupo de vecinos que acuden a los talleres de memoria organizados por el Concello ahuyentaron los malos espíritus con tarros de cristal decorados a modo de calabazas que se llevaron para proteger sus hogares. Antes, se hicieron la foto de familia de rigor con la presidenta de la Cruz Roja, Mari Luz González.
Los más peques
2Los alumnos de la guardería municipal de Ribeira también festejaron el Samaín con una exposición de calabazas decoradas. La directora del centro, Olalla Ouviña, entregó entradas para el partido del Obradoiro al mejor diseño.
Textos sobre lápidas
3En el instituto Félix Muriel de Rianxo, animados por el equipo de normalización lingüística que capitanea Valentina Formoso, los chavales recrearon un gran cementerio. Bajo el lema A nosa lingua viva máis alá da morte, escribieron sobre las ficticias lápidas textos en gallego extraídos de los seis camposantos del municipio.
Cuentos terroríficos
4Y en Noia, convocados por la Concellería de Cultura, con Javier Rodríguez al frente, niños y mayores disfrutaron de una buena ración de terroríficos cuentos en el interior de la biblioteca.