Poco tiene que ver el actual volumen de capturas de la cofradía de Noia con el de las primeras jornadas de campaña. El día que se abrieron las concesiones se vendieron un total de 32,1 toneladas de marisco y la cofradía facturó nada menos que 360.000 euros. En cambio, esta última semana la cantidad diaria de capturas se situó en torno a las 13 toneladas y la facturación de cada jornada sobre los 95.000 euros.
Este descenso en los kilos vendidos y en los precios está provocando, lógicamente, que los ingresos de los productores se reduzcan a pasos agigantados. De ahí que arrecien las quejas de nuevo por el sistema de pesaje. Quienes critican a la directiva del pósito señalan que no es de recibo que en el berberecho de tercera y cuarta clase, el más habitual ahora mismo en los bancos, no se contabilicen los gramos, es decir, que aunque uno coja 5,800 kilos solamente le pagan 5. Y, señalan, «iso, agora mesmo, cando estamos collendo exemplar a exemplar porque apenas hai quilos del, é tremendo».
A este respecto, el pósito indicó que acaba de aprobar nuevas medidas para evitar más los redondeos en las pesadas.