Agua como el caldo en pleno otoño

m . hermida / r. iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El evidente cambio climático preocupa sobremanera a las cofradías

29 sep 2015 . Actualizado a las 16:30 h.

El día que empezó la campaña marisquera en Noia, hace tan solo unas semanas, llovía como si hubiese un grifo abierto sobre los bancos de Testal. Así que las mariscadoras, que ese día se tuvieron que meter en el mar hasta la cintura para capturar el berberecho, se mojaron por arriba y por abajo. Unas y otras comentaban que estaba bastante más fría el agua que escupía el cielo que la de la ría. Y tenían toda la razón. Porque el mar estaba y sigue estando como el caldo. Concretamente, esta semana pasó de los 22 grados en Ribeira, algo bastante insólito, ya que lo normal es que en otoño su temperatura oscile entre los 15 y los 17 grados. Y que va en consonancia con lo revuelto que está el tiempo. No en vano, la comarca de Barbanza, como Galicia, está instalada actualmente en una prolongación extraña del verano. ¿Qué consecuencias trae este estío en pleno octubre? Hay algunas que son totalmente banales, como el hecho de continuar viendo bañistas en los arenales con el otoño ya enfilado. Pero otras son bastantes más serias. Los recursos marisqueros y pesqueros, de los que vive gran parte de la comarca, son muy sensibles al evidente cambio climático. De ahí que en las cofradías anden estos días más que pendientes de la temperatura del agua. Al preguntar en los pósitos qué tal le sienta al bivalvo tanto calor hay opiniones para todos los gustos. «Eu creo que agora mesmo o bivalvo está tolo. Con semellante cambio climático de por medio xa non sabe cando desovar nin nada. O pobre penso que xa non da feito», decía con tanta ironía como resignación una de las directivas del pósito crucense. Distintas visiones Al consultar con los biólogos, las sensaciones en las rías de Arousa y Noia son distintas. En el estuario arousano, donde todos los pósitos están lidiando con una caída importante de los recursos -el berberecho está complemente desaparecido, el birollo apenas se ve y la almeja también se resiente- ven todo desde un prisma negativo. Ayer, por ejemplo, hablaban de que el aumento de la temperatura puede volver a acercar la toxina, y que los bancos acaben cerrando. En cambio, en Noia, donde las cosas van mejor, la bióloga de la cofradía indicaba que de momento el agua caliente no está afectando negativamente. Todo al contrario, señalaba que quizás pueda favorecer que crezca la cría y haya más cantidad de berberecho que alcance la talla comercial. De hecho, lo habitual es que cuando el tiempo es cálido el marisco se desarrolle mejor. De todas formas, el mayor miedo que hay en los pósitos es que entren de repente borrascas bruscas y que el agua cambie de temperatura muy rápido, algo que sí puede afectar mucho a las concesiones marisqueras. Invasión de insectos Más allá de los bivalvos y de cómo afecta el tiempo a la economía ligada al mar, las altas temperaturas también están convirtiendo a otros animales en protagonistas de muchas conversaciones estos días. Se trata de los mosquitos, que siguen instalados en las casas como si el calendario siguiese anclado en agosto. Tal y como ha informado el biólogo de la Universidade de Santiago de Compostela, Óscar García, la proliferación de estos insectos tiene mucho que ver con las altas temperaturas y la situación se agrava en las zonas cercanas al agua. Con la llegada del aire frío la situación debería normalizarse. las consecuencias de un «verano» tardío Los mosquitos proliferan en la comarca, sobre todo en zonas cercanas al mar