Casi cien barbanzanos sufrieron en el 2013 ejecuciones hipotecarias

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

En el primer semestre del 2014, la Justicia inició 26 procesos para vender bienes que estaban como avales de préstamos que no se pagaron; la crisis disparó estos casos

25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las ejecuciones hipotecarias, es decir, las órdenes cursadas por la Justicia para poner en venta bienes que funcionaban como garantía de un préstamo impagado, se dispararon en la comarca barbanzana a raíz de la crisis. Hace una década, y a tenor de los datos que ofrece el Consejo General del Poder Judicial, apenas se iniciaban este tipo de procedimientos en los juzgados de la comarca. En el año 2003, por ejemplo, se abrieron 16 procesos. Pero la recesión cambió las cosas. Con el paro asfixiando a muchas familias y poniendo contra las cuerdas a numerosas empresas, que dejan de pagar sus préstamos, en el 2013 se produjeron 91 ejecuciones hipotecarias en Barbanza. En lo que va del 2014 se abrieron otros 26 expedientes por esta misma causa.

¿Qué quiere decir que se iniciasen todos esos procesos? Que el juzgado abrió los procedimientos para vender forzosamente los bienes hipotecados, ya que estos eran avales de préstamos que no se pagaron. Sin embargo, en muchos casos no se llegó a desahuciar a los afectados. ¿Por qué? Porque se alcanzaron acuerdos con entidades bancarias -que son las que habitualmente piden las ejecuciones-, porque mediaron colectivos como Stop Desahucios o simplemente porque los expedientes todavía no están terminados.

«É moi duro», dice un afectado

De todas formas, aunque no se llegue al desalojo, aunque los afectados no tengan que dejar su casa, el proceso por el que pasa quienes sufren una ejecución hipotecaria suele ser «traumático». Así lo señalan en Stop Desahucios. Y así lo cuentan también algunas personas que lo están viviendo. Es el caso de un joven de Ribeira que prefiere no dar su nombre. Se trata de un albañil. Vivió la época dorada del ladrillo trabajando por la costa mediterránea. Llegó a ganar hasta tres mil euros al mes. Y jamás pensó que acabaría dejando de pagar su hipoteca. Pero lo hizo. «Quedei no paro e nunca máis atopei un traballo estable, soamente cousas esporádicas, así que non puiden pagar o creto», explica. Se puso en manos de Stop Desahucios antes de que le llegase la orden de ejecución hipotecaria. Ahora, con ella encima, señala: «A ver que ocorre, a situación é moi dura».

Aunque hay muchas familias en esta tesitura, con ejecuciones hipotecarias encima o a las puertas por haber dejado de pagar la hipoteca, algunos datos invitan en el optimismo. El año pasado se iniciaron 91 procesos. En el 2012 se había llegado a los 93.