Portos de Galicia pretende restablecer el orden jurídico en las instalaciones de la marina seca del puerto de Muros y, hasta ahora, sus intentos por notificar la orden de desahucio a la empresa que explota el recinto han sido infructuosos. El pasado jueves, una responsable del ente se personó en el lugar para entregar la comunicación al dueño de la compañía pero, al parecer, se produjo una situación de cierta tensión que llevó a la representante autonómica a desistir.
Sin embargo, sea por la fuerza o de forma voluntaria, el desalojo de la marina seca debe llevarse a cabo porque la gestión de este espacio fue adjudicada a una firma de O Freixo en el 2012. Se da la circunstancia de que al concurso no se presentó la empresa que desde hace varios años administra el recinto y para la que se ha dictado orden de desalojo.
Concesión caducada
Desde Portos indicaron que el actual administrador de la marina disponía de una autorización que caducó y la explotación se sacó a licitación. Sin embargo, no pudo ser ocupada por los adjudicatarios porque la empresa que la gestiona presentó una reclamación judicial. Su propietario consideraba que ya disponía de una autorización concedida por la cofradía. Ahora acaba de emitirse el fallo del juzgado, que insta a que los nuevos concesionarios se hagan cargo del recinto.
Por su parte, el pósito solo reconoce la existencia de un acuerdo para atender las necesidades de los barcos, pero indica que no existe ningún contrato y que el usuario no abona ningún canon: «A confraría non pode adxudicar a explotación de instalacións ou materiais que non son da súa propiedade». La fecha del desalojo está sin fijar.