El museo pobrense engrosa sus fondos con 40 grabados de Manuel Ayaso

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El artista declaró pertenecer al mismo universo creativo que Valle-Inclán

08 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las paredes de la torre de Bermúdez se custodiaban hasta ayer un par de obras firmadas por Manuel Ayaso. Pero el artista ribeirense, al que el creador del esperpento se le viene a la cabeza en incontables ocasiones cuando se enfrenta a las planchas en blanco, decidió incrementar esta colección. Ayer firmó el acta de cesión de otros cuarenta grabados, que pasarán a engrosar los fondos del museo Valle-Inclán. En el acto participaron el regidor local, Isaac Maceiras; el director de la sala, Antonio González; y la concejala de Cultura, Encarna González.

No se trata, como pudiera pensarse en un primer momento, de creaciones relacionadas con la figura de Valle-Inclán o con sus obras, pero sí de trabajos que guardan una estrecha relación con el autor de Luces de Bohemia. Lo explicó el propio Ayaso: «Eu comparto fonte de inspiración con Valle. Igual que el, cando creo penso en personaxes da cultura galega, das tradicións, da mitoloxía... penso en titiriteiros, en ofrecidos, en devotos, en mortos, en seres grotescos».

Y es que, aunque tal y como recordó ayer, el artista ribeirense se fue siendo un niño a Estados Unidos, donde residió buena parte de su vida, su obra siempre ha estado marcada por la tierra que lo vio nacer: «O mundo que recreo é o de unha parroquia da Galicia rural, na que están presentes os enterros, os medos, os temporais, os naufraxios... Levo dentro a parte escura de Galicia, provocada en parte por unha igrexa que impoñía todo tipo de medos e temores».

Iniciativa del autor

Tal y como se explicó durante la firma del acta de cesión, fue el propio Ayaso el que quiso tener un detalle con el museo pobrense y con Valle-Inclán, cediendo desinteresadamente esta colección. Eso sí, ayer reconoció que tanto Maceiras como Antonio González le habían expuesto en más de una ocasión el tema.

Los cuadros firmados por el ribeirense se suman a otros que fueran cedidos al museo de A Pobra por otros grandes artistas de Barbanza, como los hermanos Alfonso y Nacho Costa, Antonio Pérez o Xoán Fernández. En este sentido, el director de la sala reconoció la importancia que tienen estas donaciones: «Incorporamos pezas que osixenan o museo, enriquecendo os fondos, pero tamén incrementamos o patrimonio público do Concello».