El estandarte del fútbol en Barbanza

antón parada / m.x.b. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

GUSTAVO RIVAS

El antiguo jugador del Deportivo vive en la Ciudad Condal a la espera de nuevos proyectos

22 sep 2014 . Actualizado a las 09:05 h.

A veces, vivir en un sitio u otro condiciona lo que llegará a ser esa persona en el futuro. Cuando un pequeño Fran González Pérez alzaba la vista por la ventana de su casa lo que veía era el campo de fútbol de Frións, en Ribeira. Allí dio sus primeros pasos en un deporte que monopolizaba la actividad de todos los chicos de su edad, ya que no había posibilidad de practicar otro. A pesar de ello destacó rápidamente y con el tiempo se convirtió en el referente con el que los críos sueñan ser algún día.

El histórico futbolista del Real Club Deportivo de La Coruña reside en la actualidad en Barcelona, tras abandonar con dolor la ciudad gallega donde colaboró laboriosamente para crear un palmarés con el que pocos equipos pueden contar. Una Liga, dos Copas del Rey y tres Supercopas de España. Sin contar aquella semifinal de la Copa de Europa que tan cerca estuvo de desafiar a la tradición impuesta.

La familia

Con 12 años, el jugador de fútbol pasó a engrosar las filas del Carreira C.F. como federado. Antes solía participar con sus compañeros en campeonatos de fútbol sala para divertirse. González recuerda que en un principio comenzó en el campo de A Guía: «No sé si ya me mostraba habilidoso y por eso jugaba en una posición aventajada, pero siempre llevé el 10 y corría la banda izquierda». A los 17 años, en su último encuentro en la categoría de juveniles, su hermano José Ramón ya estaba en Riazor y sabía que su nombre había sonado varias veces. Hizo la prueba para entrar y a la semana ya tuvo que hacer las maletas.

«Fue un cambio muy brusco, de repente llegas a A Coruña y entrenas cinco días por semana más la salida», afirmó O Neno, que tuvo que prepararse duramente los dos meses antes bajo el aviso de su pariente. De esta etapa de consolidación del conjunto, Fran valoró el apoyo de José Ramón que le ayudó a abrirse camino. No fue la única familia que tuvo en el Dépor: «Aparte del talento, la clave residía en que éramos un equipo muy unido, muy familiar», dijo el deportista sobre la armonía forjada del Superdépor.

En esta época fue requerido por los dos grandes del fútbol, el Madrid y el Barça, algo que le hizo sentirse muy halagado pero que no le importaba porque se sentía feliz de estar junto a su gente, amigos y familiares. «Cuando de verdad amas el fútbol no te supone ningún problema», comentó el futbolista. Para él, el sabor más delicioso del mordisco a la victoria no tiene duda posible, la liga del 2000. Es consciente de lo que significó arrebatarle el Centenariazo al Madrid y el honor que eso conlleva, pero el punto determinante está en que solo nueve equipos la han conquistado.

De su paso por la Roja se quedó con momentos tanto alegres como tristes: «En la selección nunca acabé de ser un jugador fijo; partido que iba, partido que tenía que demostrar que pertenecía a ella», declaró sobre que quizás no encajaba en el estilo que exigían los entrenadores. Le hubiera gustado probar la mecánica de la actual plantilla nacional.

Barcelona es ahora su nuevo hogar, del que dice que la gente es igual de amable y hospitalaria que en A Coruña. Fran González cuenta con la titulación pertinente para ejercer de entrenador y director deportivo, pero aún no se ha decidido a dar el paso.

La cantera

«Barbanza fue la base de todo, donde me desarrollé como futbolista y como persona», exhortó el carreirano sobre el trato que recibió de Ribeira y de sus entrenadores. A los últimos agradeció que le diesen alas a regatear y desarrollar su técnica. Tiene claro que con constancia y empeño, el deportista sale de cualquier lado y aquí hay cantera. A las promesas les envía un mensaje: «Trabajo, trabajo y humildad».

francisco javier gonzález pérez futbolista