La lluvia se cebó con Noia, donde inundó casas y cortó carreteras

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

monica ferreiros

El río Vilacoba se desbordó y anegó varios inmuebles en A Chaínza

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que meteorológicamente hablando ocurre estos días parece el gran colofón a un verano desastroso en Barbanza. El sol apenas se deja ver y, lo que es peor, por momentos el cielo descarga toda su furia sobre la comarca. La lluvia se cebó ayer especialmente con la comarca noiesa, donde se registraron las incidencias más importantes. Un buen número de casas, locales comerciales y garajes amanecieron inundados, al tiempo que fue necesario cortar algunos viales debido a los desprendimientos.

Uno de los puntos conflictivos fue A Chaínza. Allí, hacia las ocho de la mañana se desbordó el río Vilaboa, después de que el puente quedará obstruido por maleza y restos de árboles. El torrente afectó sobre todo a una vivienda y a un garaje. En este último, según fuentes de Protección Civil, el agua llegó a alcanzar el metro y medio de altura.

También en Sobreviñas fue necesaria la presencia de los miembros del grupo de emergencias municipal, que se pasaron un largo período de tiempo levantando las rejillas de las alcantarillas. En este lugar se produjo una inundación importante que puso en peligro la circulación rodada y que afectó también a algún inmueble.

La lista de bajos y casas que quedaron anegadas por el agua bien puede engrosarse con los núcleos de Vista Alegre, Ponte de San Francisco y Argalo. En este último núcleo llovió sobre mojado, pues algún inmueble había sufrido ya inundaciones importantes el jueves.

Problemas para el tráfico

Pero ayer, segundo día consecutivo de trombas de aguas, la red viaria de la comarca sufrió también las consecuencias de una inestabilidad meteorológica que está cogiendo por sorpresa a los barbanzanos.

Una de las carreteras más afectadas fue la que enlaza Noia con Boiro. De hecho, los bomberos del parque de Espiñeira se pasaron buena parte de la noche actuando en esta calzada, de la que tuvieron que retirar barro, gravilla y piedras de un tamaño considerable. A primera hora de la mañana se sumó a los trabajos una brigada enviada por la Diputación coruñesa, Administración titular de la carretera.

Desde Boiro, los bomberos tuvieron que desplazarse también hasta Portobravo, en Lousame. En la carretera que pasa por las inmediaciones del centro social y el tanatorio se produjo un desprendimiento de grandes dimensiones que obligó a cortar la calzada. Un coche que circulaba por el vial en el momento de producirse el derrumbe quedó atrapado, pero el percance no tuvo mayores consecuencias.

También en la carretera que discurre entre Sampaio y el Tambre hubo desprendimientos.

Por otra parte, ayer a última hora, y tras otro aguacero tremendo, en la calzada de la calle boirense Dereitos Humáns se abrió un socavón del tamaño de un vehículo. Se da la circunstancia de que en esta misma zona ya se produjo un problema idéntico hace años.