El tiempo no da tregua a los barbanzanos. Las intensas precipitaciones que desde el miércoles se vienen registrando en la comarca están dejando un reguero de incidencias. Además de inundaciones en bajos y garajes, es destacable la peligrosidad que entraña circular por algunos viales de la zona. Un ejemplo es la carretera Boiro-Noia, donde bomberos del parque boirense trabajan desde primera hora de la mañana para tratar de despejar algunos tramos en los que se han cumulado barro, gravilla e incluso piedras de un tamaño considerable. La Diputación coruñesa ha enviado también a un grupo de operarios al lugar. A la hora de emplear esta carretera, se recomienda hacerlo con precaución.
Los bomberos de Boiro también tuvieron que acudir poco después de las ocho de la mañana a Tállara (Lousame). En este punto, la carretera permanece cortada por un desprendimiento de tierra.
Noia es otro de los puntos conflictivos. Miembros de Protección Civil trabajan en zonas como A Chaínza y Sobreviñas, donde se registran inundaciones importantes.