Cuando en una tierra que está acostumbrada a ver llover en abundancia y un día tras otro a uno le llama la atención la cantidad de agua que cae del cielo, parece claro que semejante descarga no encaja en lo que se considera habitual. Eso fue, precisamente, lo que ocurrió el martes por la noche, cuando se registró una tromba descomunal que situó a la comarca a la cabeza del ránking estatal de precipitaciones. No en vano, en distintos puntos de la zona se recogieron más de cuarenta litros de lluvia por metro cuadrado.
Atendiendo a los datos de la web de Meteogalicia, en lugares como Corrubedo o Cespón cayeron cerca de cincuenta litros por metro cuadrado. En otros sitios de la Red especializados, como 4gotas.com, la cifra variaba ligeramente, pero la comarca seguía figurando entre los lugares más lluviosos de España. Corrubedo ocupaba el tercer puesto y Mazaricos el cuarto, y ambos se situaban a la cabeza de Galicia.
El chaparrón, que se concentró entre las once de la noche del martes y la una de la madrugada de ayer, fue tan intenso que las incidencias resultaron inevitables. Uno de los puntos donde más se notaron las consecuencias de las lluvias fue en el acceso a la villa rianxeira. La rotonda de la entrada estaba pasada la medianoche completamente inundada y el agua cubría también la acera. El alcantarillado no dio abasto y desbordó por donde pudo, de manera que de un aliviadero que hay en el paseo marítimo salía un enorme chorro.
En Ribeira, el viento y el peso de la lluvia acumulada tiraron un pequeño árbol en la plaza del Concello, mientras que en Noia volvió a inundarse la sala de máquinas de la piscina municipal.