Reproches constantes sobre la gestión que se hace o hizo en el Concello alejaron el debate de las mociones de su contenido real
13 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Pasó el verano y el nuevo curso político comienza en Boiro con la mirada puesta en el mes de mayo del próximo año, cuando está previsto que se celebren elecciones municipales. Los representantes del PP y del BNG, por estar o haber estado en el gobierno, llevaron el peso del debate, el jueves por la noche, durante la primera sesión plenaria tras el período estival. Intensos, duros, y hasta rozando el límite del buen gusto con ciertos comentarios («deixe de ladrar» o «hoxe tomou a pastilla equivocada»), fueron, en demasiadas ocasiones, los argumentos puestos sobre la mesa del salón noble para hacer crítica.
En los momentos de calma chicha, el discurso, aunque más comedido, resultó reiterativo e igual de punzante: «El pazo de Goiáns fue una obsesión del anterior gobierno»; «el centro de formación hostelera está sin acabar y lo inauguraron ustedes antes de dejar el Concello»; «señor Dieste non consigue un can doutras Administracións nin de milagre»; «pedimos un préstamo no seu día para afrontar o gasto que supuxo levantar esta casa consistorial». En definitiva, viejos fantasmas de la gestión local que ni unos ni otros quieren dejar pasar.
Cuestión de parroquias
Especialmente activo estuvo el debate a la hora de sacar músculo sobre lo hecho, o dejado de hacer, en las aldeas, en donde el alcalde, Juan José Dieste, se mostró especialmente incisivo contra su predecesor en el cargo. La mala limpieza de las playas este verano, que le achacan al propio Dieste, también dio pie para que el regidor sacase numerosos artículos de prensa de la época de Deira en los que los arenales tampoco estaban como deberían, según denunciaban los vecinos.
Mientras, en el PSOE, Jorge Campaña sigue tirando con bala. En una de sus intervenciones arremetió contra Dieste, contra el exalcalde Velo («ten narices que queira dar agora leccións de democracia») y, ya puestos y sin venir a cuento, disertó sobre sus gustos a la hora de comprar tecnología. En fin, pasó el verano, pero los debates siguen enquistándose en discusiones que ralentizan unos plenos que podían ser más productivos, y breves.
Crónica primer pleno municipal en Boiro tras el verano