Los concesionarios de la zona, aunque notan el repunte en las matriculaciones, insisten en que el sector viene de unos ejercicios horribles y le costará recuperarse
01 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Aunque la construcción y el mercado inmobiliario, lógicamente, se llevaron la palma, la venta de coches también se vio gravemente afectada por la crisis. Los concesionarios barbanzanos, castigados por el mismo bajón en el consumo que los del resto de España, pasaron de vender 2.818 coches en años como el 2003 a tan solo 1.177 una década después. Pero las cosas parece que al fin empiezan a cambiar. El primer soplo de alegría llegó a finales del 2013, cuando ya se notaba una levísima mejoría con respecto al catastrófico 2012. Y, conforme va avanzando el 2014 se consolidan las buenas noticias. Las matriculaciones aumentan. Un ejemplo. En los últimos meses de los que hay datos -correspondientes a mayo, junio y julio del ejercicio en curso- se vendieron en la zona 374 turismos frente a los 283 del mismo período del año anterior.
Los datos hablan de mejoría. Pero mucho más importante que los números es el sentir del sector. Al consultar a los concesionarios, se nota que el negocio empezó a mejorar levemente. Pero se evidencia también que este ramo empresarial arrastra unos ejercicios catastróficos de los que tardará en recuperarse. Amén de que las cifras, por mucho que vayan a mejor, están todavía a años luz de las que se manejaban antes de que la recesión campase a sus anchas. Un dato: si en mayo, junio y julio de este año se vendieron 374 coches, en el mismo período de hace una década, en el 2004, eran un total de 674. La diferencia, por tanto, sigue siendo notoria.
Desde el concesionario Motor Boiro, habla su responsable, José Manuel Abelleira. Optimista por naturaleza, señala: «Eu noto que as cousas melloran, o mes pasado vendemos trece coches e a nós levaba dous anos sen pasarnos iso. Pero, claro, temos que pensar que á situación de antes da crise non imos volver, hai que adaptarse ás circunstancias».
Cautela
Desde Citova, en Ribeira, Pilar Tomé se muestra algo más cauta: «Un poquito de mejoría se nota, pero hay que pensar que llevábamos tres años retrocediendo y retrocediendo. Por lo tanto, aunque las cosas vayan un poco mejor, el sector todavía está muy dolido. Se va a resentir durante muchísimo tiempo».
Desde otros concesionarios de la comarca barbanzana consultados apuntan en la misma línea. Y en lo que todo el mundo está de acuerdo es en que los planes del Gobierno para fomentar la retirada de vehículos entrados en años subvencionando la compra de automóviles nuevos es imprescindible. «Sin eso ya no podríamos hacer nada», repiten distintos empresarios del sector.