La crisis hizo que dejasen de venderse, sobre todo, coches de gama media. Ahora, los que más salida tienen son los de menor coste y los monovolumen, por una parte, y los de alta gama por otra, ya que este último mercado fue el que menos se resintió. Desde los concesionarios señalan que antes eran muchos los que compraban «más o menos el coche que les apetecía» y que ahora los clientes buscan «únicamente aquello que necesitan». Dicen que a veces hay quien incluso pregunta si no pueden llevarse un automóvil con elevalunas manual para abaratar precios y cosas similares, algo que hasta la recesión no ocurría. «Antes todo el mundo quería los extras», señalan. Otra de las cuestiones que destacan desde los concesionarios es que cada vez se exprimen más los vehículos antiguos para prorrogar la compra de otro.