El marisqueo de Cabo aumenta su presión sobre los furtivos

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

monica ferreiros

El sabotaje a una embarcación del sector de a flote, posiblemente a manos de los ilegales, no intimida a los profesionales que ayer intensificaban la vigilancia

19 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Digerido el resultado que dejaron las elecciones en las cofradías, el nuevo gobierno del pósito en marcha y el sector unido y dispuesto a vigilar los bancos parecía que al marisqueo de Cabo de Cruz le tocaba vivir una época de paz. Pero no. Este fin de semana una lancha del marisqueo a flote apareció calcinada. Y se sospecha que fue un sabotaje perpetrado, posiblemente, por furtivos o relacionado con el histórico conflicto interno de la entidad marinera, aunque todo ello lo está investigando todavía la Guardia Civil. En todo caso, ayer, el sector decidió responder a este ataque de dos maneras: uniéndose más -la solidaridad con el dueño de la lancha quemada no se hizo esperar- y aumentando su presión sobre los ilegales.

Las mariscadoras de a pie están vigilando en grupos numerosos. Ayer, coincidiendo con la bajamar, controlaban casi todos los bancos. Mientras, uno de los vigilantes del pósito hacía rondas en los sitios donde más proliferan los ilegales. A mayores, el sector de a flote se sigue organizando para vigilar por las noches. Y Guardia Civil y Policía Autonómica intentan acudir cada vez que los productores les llaman.